Harta de la gentrificación, la usuaria de Twitter ‘@ErendiraTecpatl’ denunció públicamente a una gringa que maltrató y humilló a dos empleadas de una pastelería Esperanza.
Los hechos ocurrieron este 26 de marzo en la Esperanza ubicada en la calle Simón Bolívar del Centro Histórico de la Ciudad de México, donde la gringa exigió la devolución de su dinero.
Según el relato de la internauta, el único problema fue que no le dieron popote, por lo que comenzó a gritar y lanzarles objetos a las empleadas.
“Venimos a desayunar a la Esperanza que está en calle Bolívar y esta pinche gringa hija de su reputísimo padre se puso a maltratar a las chicas”
‘@ErendiraTecpatl’.
Asimismo, la gringa les daba indicaciones en inglés, lo que enfureció a la joven que optó por tomarle una foto y exhibirla en redes sociales con el propósito de hacer resistencia en contra de la gentrificación.
“Si van a venir, mínimo aprendan a pedir comida en español, cabronxs que aprovechan cada momento para humillar y ejercer el poder que creen que tienen sólo por venir del perro norte global”, anotó.
Finalmente, la tuitera se posicionó en contra de la gentrificación, pero sobre todo de aquellos que maltratan a los latinoamericanos en su propio país.
Mexicanos piden poner un alto a la gentrificación tras humillación en La Esperanza
Recientemente, en redes sociales ha cobrado fuerza un discurso de resistencia que pide el fin de la gentrificación en México.
Ello, luego de que zonas como la Condesa, la Roma, Polanco y hasta Tepito y Tacubaya se vieran cada vez más extranjerizadas.
Pero no es sólo la presencia de extranjeros con mayores posibilidades de vivir durante largas temporadas en nuestro país, y sin pagar impuestos, sino que con la gentrificación viene el desalojo.
De manera selectiva, varias calles de colonias emblemáticas de la Ciudad de México y pueblos mágicos del país, presentan un proceso de rehabilitación.
Es decir, estas zonas se mejoran con el propósito de sacar a los vecinos más vulnerables o empobrecidos y reemplazarlos por otros de un nivel social y económico más alto.
Así, los que llegan lo hacen sin hablar español, forzando al mexicano a adaptarse a un idioma que no es el suyo. Y más aún, con una supuesta superioridad que les da su estatus.
En consecuencia, se han viralizado videos en donde turistas agreden y humillan a residentes, ¡en inglés! Algo que el pueblo ya no está dispuesto a permitir.