Cerraron el balcón de la Casa de Ana en el Callejón del Beso ubicado en la capital de Guanajuato, según lo señaló la propietaria del inmueble, el cierre se dio por el acoso que ha sufrido por parte de fotógrafos de la zona.

El Callejón del Beso es conocido y visitado por miles de turistas al año a causa de la leyenda de Don Carlos y Carmen, quienes vivieron su amor en los balcones de la estrecha calle.

Año con año el Callejón recibe miles de visitas de parejas que van a recrear la escena del beso de la historia, ubicándose en los balcones existentes.

No obstante, ante el reciente conflicto reportado por la dueña de una de las casas, el balcón de Ana, uno de los más solicitados, ha cerrado sus puertas al público por primera vez en 27 años.

Callejón del Beso: Cierran balcón de Ana

Según lo han expuesto diversos medios, el balcón de Ana fue cerrado debido al acoso que ha recibido la propietaria del inmueble por algunos fotógrafos de la zona.

Norma Luz Gámez Moncada aseguró que hay fotógrafos que no la dejan trabajar porque se consideran exclusivos de ese lugar.

Además, señaló que la situación no ha cambiado a pesar de que ha realizado denuncias penales para frenar sus comportamientos.

Por tal motivo y a manera de protesta, el balcón de Ana cerró sus puertas al público desde el pasado sábado 28 de mayo; en su lugar se colocó una manta de colores rojo y negro.

En la pancarta ubicada en el Callejón del Beso se expone la leyenda: “protesta a los abusos de los fotógrafos en el Callejón del Beso, Att: la propietaria”.

Motivos del cierre del balcón de Ana en el Callejón del Beso

La propietaria del balcón de Ana en el Callejón del Beso envío a diferentes medios de información los motivos por los que decidió cerrar su propiedad al público, destacando:

  • Oídos sordos ante peticiones y demandas, en especial aquellos sobre acoso y violencia contra el personal del balcón haciendo énfasis a las mujeres trabajadoras.
  • Hartazgo ante la impunidad e injusticia, ya que a pesar de las denuncias penales existentes ante el ministerio público y las autoridades regulatorias nada ha cambiado.
  • Los estragos causados en la salud tanto física como mental, debido a los ataques verbales y físicos, el estrés causado y las constantes incidencias que han afectado de manera continua el bienestar del personal.
  • La desigualdad de oportunidades para la oferta y promoción de nuestros productos, que nos ponen y generan una desventaja económica muy grande.
  • El hostigamiento al turista y la falta de información a la clientela que genera confusión y enojo a los mismos, llegando a causar conflictos.

Sin embargo, los fotógrafos acusados por la propietaria del balcón aseguran que no existe tal situación, sino que se trata de un conflicto económico que han presentado.

El balcón de Ana permanecerá cerrado hasta que la situación se solucione como lo solicita la dueña del inmueble.

¿Cuál es la leyenda del Callejón del Beso?

El Callejón del Beso es conocido por la leyenda de Don Carlos (un humilde minero) y Carmen, la hija de un padre celoso, estricto y violento que la tenía alejada de todos.

En la historia se detalla que ambos se conocieron a escondidas y se enamoraron, hasta que el padre de la joven se enteró y la encerró en su habitación, además la amenazó con enviarla a un convento y casarla con otro hombre.

Ante la situación Carmen le hizo llegar a Don Carlos una carta exponiendo lo próximo a ocurrir, por lo que el hombre enamorado buscó la manera de hablar con la doncella.

Don Carlos compró la casa que se ubicaba frente al balcón de Carmen y de esa manera pasaron muchas noches platicando desde sus miradores, hasta que el padre de ella se dio cuenta.

Al notar la situación el señor clavó una daga en el pecho de su hija, y Carlos asustado lo único que hizo fue dar un beso a la mujer, a los pocos días el joven se suicidó por no poder vivir sin el amor de Carmen.

Desde entonces cuenta la leyenda del Callejón del Beso, que si una pareja visita este lugar y se da un beso justo en el tercer escalón de este callejón, tendrá felicidad durante siete largos años.