México.- Anastasia Lechtchenko lleva 9 meses encarcelada por el asesinato de su madre y hermana, sin embargo, ella asegura que no perpetró el doble crimen.
De acuerdo con Anastasia, cuando ocurrieron los hechos, ella había abandonado la escuela y empezó a consumir drogas, de hecho, llegó a estar internada en un centro de rehabilitación.
Narra que al arribar a casa de su madre, la casa se encontraba cerrada por lo que fue al escondite a sacar las llaves de respaldo, cuando entró se dio cuenta de que la casa estaba echa un desastre.
Como su madre le había pedido que limpiara el patio, se puso a barrer y cuando se acercó a una cobacha de aluminio, se percató que despedía un olor extraño, al acercarse descubrió los restos de su familia: "no sé cómo decir esto, pero la cabeza estaba hasta arriba de mi mamá".
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Un día después de ser ingresada a la cárcel, Anastasia recordó el número de su madre, a quien marcó desde su encierro esperando que ella, Yuliya Masney, atendiera el teléfono "creo que durante dos semanas le marqué a mi mamá", reconoce.
Poco después recordó el número de su padre y fue él quien le explicó que se encontraba presa por el asesinato de su madre y hermana de 8 años, a quienes además, había descuartizado.
"Yo pensaba que estaba encarcelada por consumir drogas", indica y detalla que había consumido cristal durante cinco días, "me declaré culpable, es el problema", ello porque si lo hacía entonces iba a salir libre.
Los peritos del caso notificaron que los cuchillos con los que se asesinó a los familiares de Anastasia, tenían un perfil genético de un individuo del sexo masculino sin parentesco biológico, razón por la cual la joven reclusa cree que pudo ser alguno de los hombres con los que salía su madre.
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Anastasia toma flupazin, un fármaco antisicótico, debido a que anteriormente había presentado problemas de salud mental.
Los policías grabaron y filtraron ilegalmente la confesión de la joven durante su detención, sin embargo, el abogado de oficio dejó asentado que Anastasia rindió su declaración "manifestando hechos irreales e incoherentes".
Anastasia narra que llamó a una amiga, a quien llevó a su casa y le dijo lo que había encontrado, marcaron a la policía, aunque su amiga la acusó como responsable y entonces los ministeriales se la llevaron de su casa.
Con información de la Silla Rota