El 2 febrero de 2024 las redes sociales se llenaron de fotografías del brutal accidente que más de 200 cerditos sufrieron en el Circuito Exterior Mexiquense y del que 61 fueron rescatados por ciudadanos y activistas.
Alrededor de las 7 de la mañana, a la altura de Cuautitlán Izcalli, en la curva conocida como La Pera, el tráiler que los transportaba volcó debido a la sobrecarga y el exceso de velocidad.
Los cerditos pasaron alrededor de seis horas agonizando, aplastados, terriblemente heridos y deshidratados. Y eso, hablando de los primeros en salir.
A muy altas horas de la noche, activistas, animalistas, sociedad civil y bomberos de Cuautitlán Izcalli aún rescataban a los más difíciles de sacar.
La cifra exacta sobre los cerditos que murieron en el acto, es incierta. Sin embargo, muchos pudieron haber sido salvados, de no haber sido por la negligencia de la empresa Transportes Trans Gran y la ineptitud de las autoridades.
Transportes Trans Gran y policía estatal impidieron el pronto rescate de los cerditos
El tráiler de Trans Gran, empresa ubicada en Jalisco, transportaba un total de 240 cerditos; es decir, muchos más de los permitidos según la norma 051-ZOO-1995 de trata humanitario en la movilización de animales en México.
El primer activista en llegar, conocido en redes sociales como Walt Dice, estaba en el lugar a las 10:30 am y ni la policía estatal ni el conductor habían hecho nada.
Los videos son devastadores. Los animales imploraban con lamentos ser liberados. La brutalidad del accidente se debió por completo a la violación de esta norma en diversos aspectos.
El más evidente, que al ser más de 200 cerditos, estos no contaban con el espacio mínimo recomendado; 0.45 metros cuadrados por cada uno, factor que ya de por sí les genera estrés.
“Los bomberos de Cuautitlán Izcalli fueron la única autoridad que hicieron bien su trabajo. La policía estatal jamás hizo nada”
Walt Dice, activista que organizó el rescate.
Esto ocasionó que terminaran uno encima del otro, sepultados, aplastados por otros que pesaban más de 100 kilos. Una situación que dificultó por mucho su rescate.
Ante la lentitud e incompetencia de las autoridades, fue Walt Dice quien se comunicó con los bomberos. Estos últimos ofrecieron una solución: cortar distintos barrotes con una sierra eléctrica para contar con varias salidas.
Sin embargo, el dueño se negó. En consecuencia, el activista recurrió a la Fiscalía del Estado de México, que ordenó se permitiera el trabajo de los bomberos.
A la par, en redes sociales el joven solicitaba ayuda de la población para conseguir tablas, sierras, agua y sobre todo manos para la monumental tarea, mientras los cerditos morían uno a uno. Los primeros en sumarse fueron los empleados de Grúas López, que se encontraban en el lugar.
Ellos hicieron el primer intento de voltear el tráiler, pero ni siquiera tres grúas fueron suficientes, así que a pesar de la impotencia y la desesperación, tuvieron que esperar a que se liberaran algunos barrotes y se consiguieran más cortadoras para sacar a algunos animales y disminuir el peso.
“Yo soy la autoridad, yo puedo hacer lo que yo quiera. Yo vengo nada más para que no haya tráfico; los animales no me importan”
B. Martínez G., policía estatal.
Era tal la sobrecarga, que ninguno de los tres intentos de voltear el tráiler con ayuda de las grúas, tuvo éxito.
Pero los trabajadores no fueron indiferentes y continuaron ayudando con sus propias manos, mientras que las autoridades, así como el conductor del tráiler y sus acompañantes, hacían nada.
Uno de los policías estatales, identificado como B. Martínez G., intentó impedir el rescate argumentando que su único trabajo era liberar el tránsito, por lo que la vida de los animales no le importaba.
Dicho policía ordenó que los cerditos vivos fueran devueltos al dueño del tráiler, que ya había mandado un segundo camión para transportarlos al matadero.
Afortunadamente, la sociedad civil, Walt Dice y la misma fiscalía no lo permitieron.
Este mismo policía también se negó a seguir al chófer de una camioneta rentaba que, transportando siete cerditos rescatados, bajó a la activista que los acompañaba en medio de la carretera y se dió a la fuga.
“Los bomberos, los trabajadores de las Grúas López y unas 50 personas hicimos todo el trabajo de las autoridades”
Walt Dice, activista que organizó el rescate.
Rescatan a 61 cerditos de accidente en Circuito Exterior Mexiquense; se salvaron del matadero
Desde el momento en que un animal es seleccionado para ir al matadero, se enfrenta a una serie de factores y situaciones estresantes.
Los cerditos accidentados en el Circuito Exterior Mexiquense pasaron uno de los peores días de su vida no sólo por el infierno que representa el viaje, sino por el sangriento incidente.
Afortunadamente, las labores de rescate de por lo menos 50 personas, entre ellos vecinos de la zona inspirados por los activistas, cambiaron su destino para siempre. Se logró sacar con vida a 77 de los 240 animales.
“Lamentablemente se perdieron muchísimas horas sin hacer nada de parte de las autoridades; si hubieran pedido a los bomberos desde que ocurrió el accidente, si hubieran atendido el llamado de los vecinos, se habrían rescatado a más de la mitad de los puerquitos”
Walt Dice, activista que organizó el rescate.
Algunos estaban gravemente heridos y murieron más tarde; a dos más se les tuvo que aplicar eutanasia, por lo que vivos quedan 61.
Además, la asociación civil “Seres libres” obtuvo el resguardo legal de los cerditos por parte de la Fiscalía General de Justicia, lo que implica que esta organización los protegerá ante cualquier petición del anterior dueño o maleante.
Asimismo, todos los sobrevivientes han recibido atención médica y algunos incluso ya tienen un hogar fijo, mientras que otros aún buscan familia.
Por el momento, “Seres libres” tiene en resguardo a 50 puerquitos, por lo que se están recaudando fondos en tanto son trasladados a un lugar donde puedan estar más cómodos.
Policía estatal dejó libre a conductor responsable de accidente con cerditos
La Fiscalía General de Justicia del Estado de México ordenó la presencia de Juan Pablo López González, conductor responsable de accidente de los cerditos en Circuito Exterior Mexiquense, para ponerlo a disposición de la policía estatal.
Los cinco oficiales, a bordo de la patrulla ME159A-1, tenían la tarea de conducirlo hasta el Ministerio Público, sin embargo, lo dejaron libre.
“Delfina Gómez hizo campaña afirmando que su prioridad eran los animales, pues la prioridad es que en el Código Penal del Edomex sea castigado como delito grave el maltrato animal”
Walt Dice, activista que organizó el rescate.
Por este motivo, se denunciará a los policías por omisión, además de a Transportes Trans Gran por incumplimiento del protocolo de movilización de animales en el país, pues el sobrepeso también pudo haber ocasionado que el tráiler volcara sobre automóviles, matando a personas.
Este caso deja en evidencia la alarmante impunidad del maltrato animal en México, ya que al no ser considerado un delito grave, los responsables son vinculados a proceso, pero tienen la oportunidad de salir bajo fianza.
En México, desde 2021 la Cámara de Diputados aprobó varias reformas para determinar que el castigo por maltrato animal es de alrededor de 17 mil pesos, así como hasta 180 jornadas de trabajo comunitario y de tres meses a dos años de prisión, aunque cada estado lo regula de acuerdo a sus propias leyes.
En el caso del Estado de México, existe la ‘Ley Protectora de Animales’ y los castigos por maltrato animal también se encuentran en el Código Penal del estado, con multas de:
- Seis meses a cuatro años de prisión.
- Multa de 150 a 300 días de salario mínimo.
Indigna en redes sociales caso de cerditos accidentados; exigen justicia por su muerte
Si uno busca en YouTube accidentes de camiones con cerditos, se encontrará con un sinfín de videos en donde la gente aprovecha para robárselos, arrastrándolos y torturándolos para su beneficio.
Lo que vimos este 2 de febrero en el Circuito Exterior Mexiquense fue algo muy diferente; el reflejo de que el mundo está avanzando en la lucha por los derechos animales.
México está harto del maltrato a los seres sintientes, poseedores de conciencia.
El 7 de julio de 2012 un grupo de científicos prominentes se reunió en la Universidad de Cambridge para hacer una declaración histórica: los animales son conscientes de sí mismos y del mundo que los rodea.
“Escuchar el lamento de los cerditos... ver que ni las autoridades ni los responsables hacían nada... llegó un momento en que lloré de frustración, de no tener las herramientas para liberarlos. Fue un momento de mucho dolor”
Walt Dice, activista que organizó el rescate.
La actual polémica en contra de las corridas de toros y el fenómeno de la jirafa Benito también son un ejemplo de que el proceso civilizatorio exige el respeto a la vida de cualquier especie.
Aún si las autoridades continúan sin hacer su trabajo, la sociedad, como ocurrió con el rescate de los cerditos, se organiza cada vez mejor para ayudarlos, respetarlos y hacer valer sus derechos.
Por ahora, la indignación por la muerte de más de 179 puerquitos en este fatal accidente, ha conmovido a cientos de personas que piden se haga justicia y siguen en redes sociales a los sobrevivientes.
Se dirigían al matadero... pero hoy comienza una nueva historia para ellos.