Como cada Día de Muertos, las ánimas llegan a caballo en Cuanajo, Michoacán, donde esta tradición prehispánica cobra un sentido mágico.
Al arribar al centro de la localidad, considerada cuna del mueble artesanal, lo primero que los visitantes aprecian es un caballo de madera monumental cubierto de flor de cempasúchil.
Este se monta con la creencia de que servirá como medio de transporte para que las ánimas lleguen a las ofrendas que les han dedicado sus familias.
El gran festejo del Día de Muertos en Cuanajo
El pueblo purépecha de Cuanajo se llena de caballos de madera durante la noche del Día de Muertos, al ser este animal el encargado de reunir a las ánimas con sus seres queridos.
En los hogares se aprecian caballos pequeños iluminados con la luz de la velas, platillos típicos de la región como uchepos, enchiladas, corundas, atoles, vinos, panes y pozoles.
Cuanajo se localiza a 48 kilómetros de Morelia, en la zona Lacustre de Pátzcuaro.