A través de redes sociales, la Cruz Roja y el USAR FT1 (Unidad de Rescate y Salvamento) denunciaron la muerte de dos de sus perros rescatistas y de servicio por envenenamiento: Tango y Athos.
Athos era un perro rescatista de raza Border Collie de la Cruz Roja de Querétaro quien participó en las labores de rescate tras el sismo del 19 de septiembre en CDMX del 2017.
Tango, por su parte, era compañero de Athos y perro de asistencia.
Tras ingerir salchichas envenenadas, los perros Tango y Athos murieron la noche del 14 de junio.
En redes sociales, los hashtag #JusticiaparaAthos y #JusticiaparaTango han comenzado a hacerse viral pues los usuarios exigen justicia para la muerte de los dos perros de rescate.
Muerte de Tango y Athos, perros de rescate indigna a redes sociales
En el Facebook de USAR FT1 de la Cruz Roja, detallaron que Athos era un perro certificado de rescate internacionalmente.
Esto por parte de la Organización Internacional de Perros de Búsqueda y Rescate IRO y un especialista acreditado por la Organización de Búsqueda y Rescate Urbano USAR de la Cruz Roja.
“No existe forma exacta de describir nuestro dolor, hemos perdido a un compañero incondicional, un especialista que dedicó su vida a servir sin pedir nunca nada a cambio, sus patas marcadas con las cicatrices por pisar escombros y aún así continuar en la búsqueda, fueron testigo de su incondicional amor por los humanos”
USAR FT1 de la Cruz Roja
Entre algunos de los usuarios y miembros de la Cruz Roja, se ha detallado que quién le dio veneno a Athos, el perrito de rescate y terminó por llevarse también a su amigo Tango, tenía envidia de que alguien tuviera un perro de esa raza.
Asimismo y como muestra de solidaridad, las cuentas de la Cruz Roja de varios estados como Nuevo León, también han exigido justicia para los perros rescatistas que ayudaron a víctimas del temblor en 2017.
“Cuando escuchaba la palabra “BUSCA” se lanzaba a lo desconocido sin pensarlo, sin medir peligro por delante, pero más que verlo como un trabajo, él lo hacía con el corazón, porque quería ayudar a un ser humano, que veía en nuestro compañero una posibilidad de que gracias a su olfato pudiera ser localizado. Irónicamente como siempre es la vida, un humano le quitó la vida, lo ASESINÓ arteramente, sin saber todo lo que nuestro compañero especialista ha hecho por otros seres humanos y lo que podría hacer en el futuro incluso por la misma persona que hoy lo ha matado.”
USAR FT1 de la Cruz Roja