De acuerdo con los datos actuales proporcionados por el Banco Mundial, la inflación en los precios de los alimentos sigue siendo alta, arrojando que más del 50% de los países de ingreso bajo experimentan una inflación superior al 5%, mientras que esta cifra se eleva al 88.6 % para los países de ingreso mediano bajo y alcanza el 61 % en los países de ingreso mediano alto.
El organismo registró que el 67.3 % de los países de ingreso alto también presentan tasas elevadas de inflación en los precios de los alimentos. Ante la búsqueda de soluciones para garantizar la seguridad alimentaria mundial, la innovación en sistemas alimentarios emerge como un factor esencial.
Esta visión también coincidió con la última edición del WIRED Summit, que presentó la mesa “Tecnocomida: ¿Cómo hacer sostenible la alimentación del futuro?”, donde sus ponentes explicaron que asegurar la sostenibilidad alimentaria se plantea como un desafío crucial, especialmente ante el crecimiento global de la población y los impactos ambientales asociados a la producción de alimentos.
Al respecto, especialistas en el rubro como Daniel Madariaga Barrilado, han subrayado que la seguridad alimentaria va más allá de simplemente proporcionar alimentos en la mesa; implica asegurar que estos sean nutritivos, accesibles y respetuosos con las dimensiones social, económica y ambiental.
Además, destacó la urgencia de adoptar enfoques innovadores y sostenibles en los sistemas alimentarios para afrontar los desafíos actuales y futuros.
Entre las problemáticas que resaltó se encuentra el crecimiento poblacional, los cambios climáticos y las demandas cambiantes del consumidor, las cuales plantean la necesidad de reinventar la forma en que producimos, distribuimos y consumimos alimentos.
MABO, MAZO y Tecnocomida, innovaciones en el sector de los alimentos
Una de las soluciones propuestas por Daniel Madariaga Barrilado para garantizar la innovación en sistemas alimentarios y superar los obstáculos en aras de lograr la seguridad alimentaria a nivel global es la implementación de los Modelos Alimentarios de Biocapacidad Orgánica (MABO) y las Medidas Ambientales para la Zona Orgánica (MAZO).
“MABO y MAZO son modelos diseñados con el propósito de fomentar prácticas agrícolas sostenibles y reducir el impacto ambiental. Su adopción podría representar una contribución valiosa a diversas iniciativas mundiales, fortaleciendo así los esfuerzos destinados a lograr la seguridad alimentaria mundial”
Daniel Madariaga Barrilado
Otras de las innovaciones mencionadas por Daniel Madariaga Barrilado fue el papel que la tecnocomida ha tenido en la producción de alimentos, ya que engloba una variedad de innovaciones alimentarias mediante el uso de tecnologías como la ingeniería genética, la biotecnología, la inteligencia artificial, y la nanotecnología.
Por último, destacó que este enfoque busca transformar la producción, distribución y consumo de alimentos para hacerlos más eficientes, sostenibles y nutritivos. Incluye prácticas como la modificación genética para mejorar características de cultivos y animales, la producción de carne sin la necesidad de criar animales, avances en tecnologías de procesamiento y conservación de alimentos, así como la implementación de inteligencia artificial en la gestión de la cadena alimentaria.