Olivia Hernández Cruz, doctora de la BUAP, desarrolla esponjas biodegradables y nanofibras poliméricas para la regeneración ósea.
A través del proyecto “Polímeros fotoelectroactivos con aplicaciones biomédicas y ambientales”, la especialista busca regenerar hueso en boca y cráneo.
Esto, en el Centro Avanzado de Pruebas Analíticas no Destructivas de Materiales de la BUAP, y con la colaboración de diversos investigadores y estudiantes.
Entre ellos se incluyen a Nicte Lino y la doctora Julia Flores, quienes contribuyen al desarrollo experimental y clínico de estas tecnologías prometedoras en el campo biomédico.
¿Cómo funcionan las esponjas biodegradables de la BUAP?
En la BUAP se desarrollan esponjas biodegradables creadas con materiales poliméricos de fuentes renovables y una metodología libre de disolventes y tecnología radiactiva.
Son seguras, amigables con el medio ambiente y representan un avance significativo en medicina regenerativa.
Olivia Hernández, la creadora, destaca que se puede ajustar su porosidad para proporcionar soporte mecánico y son compatibles con el cuerpo humano, prometiendo avances en la ciencia e ingeniería de tejidos.
Asimismo, las esponjas biodegradables de la BUAP tienen aplicación potencial en la salud bucal, especialmente en pacientes con condiciones de salud preexistentes como diabetes e hipertensión arterial.
Así funcionan las nanofibras poliméricas de la BUAP
Las nanofibras poliméricas recientemente creadas en la BUAP, se desarrollaron mediante electrohilado e imitan la matriz extracelular natural del hueso.
Pueden fomentar la mineralización y vascularización, contribuyendo a la regeneración ósea funcional.
La investigación busca optimizar estos materiales para mejorar su efectividad en la regeneración ósea.
Ello, utilizando polímeros biodegradables y sostenibles para garantizar resultados óptimos y seguros en el tratamiento médico, asegura la BUAP.