Chetumal, Qroo.- La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), los encargados de medir la eficiencia y eficacia de los sistemas penitenciarios de México, han otorgado al Sistema Penitenciario de Quintana Roo una serie de calificaciones aprobatorias en los años 2018, 2019 y 2020.
Las calificaciones fueron de 6.1, 6.22 y 7, respectivamente.
De acuerdo a la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), el Gobierno de Quintana Roo ha recuperado la gobernabilidad de los centros penitenciarios de la entidad, priorizando la dignidad de las personas y eficientando los procesos de reinserción social con un nuevo esquema carcelario.
Por ejemplo, en el 2018 se trasladaron a 93 personas privadas de la libertad de alto índice de criminalidad, baja adaptabilidad social y alto índice de estado peligroso a centros federales.
También se reubicaron 546 líderes negativos más entre los diferentes centros penitenciarios de Quintana Roo para lograr desarticular violentos grupos de poder y de la delincuencia organizada.
Estas medidas permitieron frenar el autogobierno que imperaba durante más de 40 años, recuperando espacios para evitar las actividades ilícitas desde el interior de los centros penitenciarios.
Garantizan seguridad en centros penitenciarios
También se derribaron bosques de arbustos que impedían la visibilidad, platanales, tienditas, restaurantes, áreas de juegos de azar, cabañas de visita íntima clandestina, destilerías de productos fermentados y hasta pulquerías y expendios de drogas, dignificando los espacios y garantizando la reinserción social.
Además, se fortaleció el trabajo penitenciario construyendo naves industriales para la capacitación para el trabajo, fomentando la producción de cubrebocas, hamacas, muebles y artesanías diversas por parte de personas privadas de la libertad.
El programa integral de reinserción social también permitirá aumentar la matrícula escolar, las actividades deportivas, culturales, recreativas, de capacitación y de trabajo e industria penitenciaria.
Sumado a estos logros, el gobierno de Quintana Roo logró que el 100 por ciento de la población penitenciaria y su familia acatará el uso del uniforme en 2020, identificando a los procesados de amarillo y a los sentenciados de beige para obtener un mejor control.
Todas estas medidas dejan atrás la peor evaluación de Quintana Roo, que apenas alcanzó un 3.66 de calificación en el 2014, año en el que el sistema penitenciario se distinguía por su corrupción, sus violentos motines, riñas, evasiones constantes y homicidios.