Una trabajadora de Subway en Playa del Carmen, Quintana Roo, desató críticas en redes sociales luego de que se negó a vender un sándwich, porque el cliente le pidió que le pudiera salsa de tomate.
“Con salsa de tomate, por favor”, pidió el cliente. “No lleva salsa de tomate, lleva aderezo nada más”, respondió inmediatamente la empleada del Subway.
Pese a que el joven le insistió que quería salsa de tomate aunque el sándwich que pidió “no llevara” salsa de tomate, la trabajadora de la cadena de comida se negó a vendérselo.
VIDEO: Trabajadora de Subway se hace viral por no vender un sandwich sólo porque el cliente lo pidió con salsa de tomate
A través de un video compartido en TikTok, una trabajadora de Subway fue exhibida cuando se negó a vender un sándwich porque el cliente lo pidió con salsa de tomate.
En el video se observa a la mujer mientras comenzaba a atender al cliente y a preparar la orden. Sin embargo, la polémica se generó luego de que la empleada de Subway se negó a complacer al joven que le pedía que agregara la mencionada salsa de tomate a su sándwich.
Y es que a pesar de que el usuario le aclaró que podía pagar el monto extra por la salsa de tomate que quería para su comida, la trabajadora se negó rotundamente al considerar que no es un aderezo, sino una base de un sándwich.
“No te puedo cobrar extra, (...) no se puede poner, es la base de un sándwich, no es un aderezo”, se le escuchó decir a la trabajadora en la grabación.
“O sea, ¿no me puedes poner salsa de tomate?”, insistió el joven; “no”, repondió la mujer de forma tajante mientras retiraba los ingredientes y los colocaba de vuelta en su lugar.
Trabajadora del Subway insulta a cliente tras negarse a venderle un sándwich
Tras negarse a vender el sándwich y regresar los ingredientes a su lugar, el joven evidenció a la trabajadora del Subway por no venderle su orden de comida.
“Bueno, esta señora no quiere venderme un Subway, porque le pedí salsa de tomate y la ridícula me dice que no puede...”, señaló el cliente al final de su video.
Al percatarse de que estaba siendo grabada y exhibida, la empleada respondió con una seña obcena con la mano. “Igualmente, señora”, respondió el cliente y abandonó la sucursal.