México.- Pobladores wirárikas y tepehuanos de la comunidad autónoma de San Lorenzo de Azqueltán, ubicada en el municipio de Villa Guerrero, refrendaron su alianza para luchar contra el despojo que han sufrido por varias décadas y recuperar tierras que les pertenecen desde el siglo XVIII.

De acuerdo con el diario La Jornada, los líderes de la comunidad han recibido varias agresiones desde hace seis años, cuando declararon su autonomía afectando los intereses de caciques locales del estado de Jalisco.

La más reciente de ellas sucedió el 10 de enero pasado en contra del ex comisionado de bienes comunales y delegado al Congreso Nacional Indígena, Jesús Manuel Aguilar Hernández, quien fue víctima de un ataque armado del cual salió ileso.

Tras los hechos, la comunidad emitió un comunicado señalando a Favio Ernesto Flores Sánchez, alias ‘La Polla’, como el autor intelectual del ataque.

“No es la primera vez que atenta contra la vida de comuneros para defender a los ricos violentos que se pretenden quedar con nuestra tierra, sino que ha intentado atropellar a mujeres, ha golpeado y amenazado a personas de la tercera edad y amenazado de muerte a compañeros en diferentes momentos”.

Wirárikas y tepehuanos defienden tierras con título virreinal

Los pasados 24 y 26 de enero se llevó a cabo una ceremonia religiosa sincrética en la comunidad de San Lorenzo de Azqueltán, que coincidió con la toma de protesta de nuevas autoridades elegidas por métodos tradicionales, que representan a ambas etnias.

Tras la celebración, el nuevo comisario de bienes comunales, Jaime Reyes, señaló que desde el año 2015 interpusieron un juicio ante el Tribunal Unitario Agrario del Distrito 16, con sede en la ciudad de Guadalajara, con el que buscan recuperar 38 mil hectáreas de tierras, señalando que cuentan con título virreinal del año 1733 que les da derecho a ellas.

En un principio, la población buscaba que se respetaran las 94 mil 400 hectáreas señaladas en el documento, pero luego modificaron la petición para ganar más fácilmente el caso.

Ahora, las dos etnias que habitan la comunidad han acordado continuar con sus esfuerzos conjuntos para defender sus tierras por la vía legal y evitar nuevos atentados contra sus líderes como el de hace unas semanas.