Una macabra sorpresa se llevaron elementos de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) al interior de uno de los túneles huachicoleros en Hidalgo.
El pasado 4 de mayo se desplegó un intenso operativo policíaco en el estado de Hidalgo, centrandose en el Valle de Tulancingo.
Elementos lograron localizar uno de los túneles en el municipio de Cuautpec de Hinojosa y lograron asegurar 38 mil litros de hidrocarburo tomados de manera ilegal.
La sorpresa para las autoridades fue aún mayor cuando encontraron macabros guardianes que “vigilaban” el lugar: una Santa Muerte y un Belcebú.
Macabros hallazgos en túnel huachicolero de Hidalgo
Un macabro momento vivieron elementos de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) al encontrar dos altares dedicados a la Santa Muerte y Belcebú.
Ambas figuras fueron montadas por delincuentes dedicados al robo de combustible para que las deidades “protegieran” su toma ilegal de huachicol.
Los dos guardianes son de un tamaño considerable que supera los 50 centímetros, ademas, ambas tenían su propio altar.
La Santa Muerte estaba rodeada de refrescos de cola, cervezas, y un plato de comida con carne, tortillas y nopales.
El altar dedicado a Belcebú, demonio asociado al satanismo, era aún más impactante pues estaba rodeado por más figuras demoniacas, vino, y su respectivo plato con cebollas, carne y nopales.
Durante los operativos fueron detenidas 10 personas a las que se les aseguraron 200 gramos de droga sintética, 2 kilos de marihuana y 12 vehículos incluyendo tres motocicletas.
¿Por qué se hacen altares?
La Santa Muerte cuenta con miles de fieles creyentes y cientos de capillas desplegadas en todo el mundo, pese a que la Iglesia Católica y Cristiana la reprueban.
Fieles crean altares dedicados a la Santa Muerte para pedirle milagros, protección o agradecimiento. Su figura, ha sido vinculada con el crimen y los sectores más bajos.
Belcebú tiene un trasfondo aún más oscuro. Conocido como el “Señor de las Moscas” o sinónimo de “Satanas”, Belcebú se ha posicionado como uno de los principales demonios satanicos.
En sus altares se pide poder, dinero y “astucia” a cambio de ofrendas que van desde comida y oro hasta sacrificios.