Elisa conoció la violencia de pareja desde que vivía con Juan Eugenio y por eso se separó. Pero no imaginó hasta donde podría escalar lo podría hacer el papá de sus dos hijos, a quienes lleva dos años sin poder ver, porque él no se lo permite e inclusive la envió a la cárcel para evitarlo.
Elisa no imaginó convertirse en una víctima de violencia vicaria.
En 2019 y tras vivir violencia psicológica y física, Elisa María Zaldívar Barcelata decidió separarse de su pareja, con quien vivía en Cancún y tenía un negocio; ella se fue a Playa del Carmen donde él aprovechaba las visitas que le hacía a sus hijos para hostigarla.
Pero ella intentó seguir con su vida como madre, trabajadora en proyectos culturales de diversos tipos como aquellos que hace con las comunidades indígenas y eventualmente comenzó una nueva relación. Todo iba muy bien, lograban cambiarse a casas mejores, cumplir sus metas y ser feliz. Salvo por su ex.
Elisa viajó a Colombia en 2021 y comenzó la violencia vicaria
Como buscaba que los niños convivieran con su papá, en 2021 cuando la invitaron a Colombia con una de las comunidades indígenas con las que ha trabajo aceptó gustosa y le pidió a Juan Eugenio que él los cuidara durante esa semana. Desde entonces comenzó la violencia vicaria.
“Una persona que tú amaste con quien tú procreaste hijos, yo no puedo creer esta parte, entonces realmente ha sido desgastante a nivel físico, emocional y económico porque justamente yo tenía algunos proyectos los cuales ya no pude seguir adelante”
Elisa María Zaldívar Barcelata
En cuanto regresó encontró a su ex negándole ver a sus hijos por una supuesta orden de restricción pero al investigar dio cuenta que lo que existía era un depósito de personas hecho de manera irregular en el Puerto de Veracruz. También encontró su casa sin ninguna de las pertenencias de los niños y hasta las colchas se había llevado.
Aunque es originaria de Veracruz, ya tenía un largo tiempo viviendo en Quintana Roo pero ahora debía presentarse cuando menos a dos diligencias al mes para intentar recuperar a sus hijos, lo que provocaba que no pudiera seguir haciendo su vida y su trabajo desde su hogar.
En 2022, Elisa fue denunciada por corrupción de menores y fue enviada a la cárcel
Cuando llegó a una de esas diligencias, en octubre del 2022, la primera en la que supuestamente vería a sus hijos se encontró con que su ex no los llevó pero sí dio aviso a la Policía Ministerial para que fuera detenida y trasladada a Quintana Roo, donde la había denunciado por corrupción de menores y que ella hasta el momento desconocía.
El argumento que Juan Eugenio usó y con la que se expidió una orden de aprehensión es que Elisa tenía hierbas para sahumar en su casa y con eso drogaba a sus hijos. Con eso y algunas pruebas periciales que ella asegura se ven falsas, bastó para que la vincularan a proceso y dieran el máximo para continuar la investigación: seis meses.
Desde la cárcel ahora luchaba por su libertad y por volver a ver sus hijos, o lo que es lo mismo que cesara la violencia vicaria que vivía. Desde allí encontró a mujeres solidarias que la acompañaron ese tiempo, con quienes compartía la comida y las historias al estar lejos de su familia (la de Elisa es de Veracruz) y no poder ver a sus hijos.
Desde allí, Elisa batalló para encontrar una defensa legal adecuada. Fue hasta abril de 2023, tras seis meses en la cárcel, que en una audiencia se determinó que el caso se sobreseyera.
Víctimas de violencia familia, vicaria e institucional
Juan Eugenio usó a las instituciones de procuración de justicia para arremeter contra todas las personas que buscaban apoyar a Elisa como testigos en los procesos para recuperar a sus hijos, fueron amenazadas o se les iniciaron procesos judiciales.
“No nada más somos víctimas de violencia familiar, de violencia vicaria, somos víctimas de violencia institucional, en realidad si el juez de lo familiar (que dio el depósito de sus hijos) le hubiera mostrado a mi agresor que no era tan fácil esta batalla, esta situación, no era tan fácil arrebatarle a los hijos a alguien, realmente si hubiera sido un juez que ejerce realmente un criterio un criterio profesional ético e imparcial, yo creo que esto hubiera detenido muchísimas situaciones posteriores”
Elisa María Zaldívar Barcelata
Los amparos que Elisa ha presentado han sido resueltos a su favor y existe una sentencia pendiente de ejecutar para que le entreguen a los niños que ya tienen 5 y 7 años, pero a pesar de seguir con los procesos legales hasta el momento no lo han logrado.
A partir de que fue detenida, Elisa se unió a varios grupos de activistas que buscan acabar con la violencia vicaria.
Ellas son víctimas que han buscado legislar en los estados (como en Veracruz que aun no se hace) para evitar la violencia vicaria pero también son quienes se apoyan y brindan la contención emocional una a otra ante este problema que afecta a muchas mujeres en el país.
“Esa parte de contención emocional pues la he tenido, no me ha faltado y pues al momento en que sientes que no vas a poder, yo he tomado el teléfono, he tomado la llamada. Hemos hecho zooms y he dicho saben que no puedo, esto se me está complicando entonces es cuando a ver dime que se te complica, vamos a ver esto, quién lleva el otro, entonces ellas empiezan a colaborar de una manera y me empiezan a dar como mucha esperanza, mucha guía, mucha orientación”
Elisa María Zaldívar Barcelata
Elisa, madre de dos hijos, víctima de violencia vicaria y ahora activista contra esa forma de violencia de género.