Un grupo de jóvenes le gritan y de vez en cuando pegan con pañuelos o lazos a un toro que está a media calle, para que éste corra despavorido y se vaya encima de la multitud. Se trata de la tradicional suelta de toros en Tlacotalpan, Veracruz, parte de las fiestas de la virgen de La Candelaria, patrona de la ciudad.
Año con año, el ayuntamiento organiza la fiesta que consiste en cruzar toros cebú en una embarcación por el río Papaloapan, para después soltarlos en las calles donde la población aguarda para provocarlos y ‘torearlos’.
Esta actividad, aseguraron ambientalistas, es maltrato animal que debería estar prohibido pues pese a las amenazas de multa todos los años terminan maltratados.
Multas son sólo una cuota para dar permiso de maltratar, acusan activistas
“Es lamentable que en pleno 2024 se siga haciendo este tipo de actividades que son indignantes y cobardes y que no priorizan el respeto y bienestar animal”, afirmó Claudia Martínez, integrante de la Coalición Activistas por los Derechos de los Animales del Estado de Veracruz.
Este año fueron 6 toros que fueron embalsados y soltados en una calle llena de personas, muchas de ellas con bebidas embriagantes, que esperaban por divertirse con ellos. El último tuvo que ser rescatado luego de que sangrando se fue al río mientras intentaba huir.
“El toro cebú, su sistema central le permite sentir dolor, ansiedad, pánico, hemos documentado que el toro está golpeado, por sus golpes internos está ensangrentado, le cortan en diferentes partes de su cuerpo, el toro lo jalonean, le avientan todo tipo de objetos”, sentenció Martínez.
El alcalde Luis Medina Aguirre afirmó que quien maltratara los toros tendría una multa de hasta 24 mil pesos. Anteriormente ya se han interpuesto multas e inclusive otros años es el municipio como organizador quien debe pagar a la Procuraduría de Medio Ambiente por el maltrato, pero la actividad se sigue realizando.
“La protección al toro durante el embalse es una total falacia, y la multa más bien parece que va para hacer negocio de algo tan bajo”, indicó la Coalición en un comunicado.
La discusión entre la protección y la tradición
Anteriormente los toros debían pasar el río caminando para llegar ya debilitados pero tras las críticas y la promulgación de la ley lo hacen atados a una embarcación. Pero el resto de la actividad se sigue haciendo igual.
En 2017, la Fiscalía General del Estado intentó evitar la festividad, pero la población enojada les quitó los toros e hicieron lo que consideran la fiesta tradicional del pueblo.
Este año la suelta de toros se llegó a cabo mientras nivel nacional existe una fuerte discusión para volver a permitir las corridas de toros y que tiene la oposición de activistas. Por eso animalistas consideraron que esperan que esta discusión sirva para reavivar la necesidad de prohibir esta fiesta.