La moda es relativa. Existen propuestas asombrosas que conquistan las pasarelas y otras, que definitivamente no entendemos.
Durante el París Fashion Week, Balenciaga llamó la atención por dos cuestiones; uno, la primera colección del recién coronado director creativo de la firma, Demna Gvasalia para el otoño / invierno 2017 -17; y dos, su ahora famosa y controvertida “Rainbow bag”.
Se trata de una bolsa de piel que imita a la perfección lo que en México conocemos como bolsas de costal, las cuales sirven para transportar demasiadas cosas, y se caracterizan por su gran cierre y tamaño. Aunque este mismo modelo es muy popular en los mercados de Tailandia, donde se les conoce como “Sampeng”.
La cuestión está en que estas bolsas de piel pueden alcanzar los 600 dólares (y eso es un decir, ya que a veces cuestan más), mientras que en otros países podemos conseguir modelos similares a precios mucho más baratos - aunque son de otro material-
Debido a que las bolsas “Sampeng” son icónicas en Tailandia, los tailandeses han comenzado a publicar fotos en Instagram donde presumen las bolsas tradicionales que cuestan menos de un dólar, como parte de la tendencia propuesta por la firma española.
Esta no es la primera vez que vemos un objeto común convertido en un artículo de moda lujoso; en el 2013, Celine presentó bolsas de lavandería como “It bags”, mientras que Raf Simons hizo que la bolsa de supermercado de plástico se volviera un accesorio imprescindible en el 2010.