Sin duda, la vida del trabajador de oficio no es fácil. Además pasar por casi todos los inconvenientes que sufren día a día los llamados “Godínez”, deben afrontar largas jornadas de trabajo bajo el sol, en la lluvia o con frío; como el resto de los trabajadores, gastan horas y horas en sus traslados desde casa hasta el trabajo, pero además deben cargar sus herramientas. Para colmo, pueden pasar largos periodos de tiempo sin que alguien los contrate (son los verdaderos freelance), a diferencia del oficinista, a quien vemos con una sonrisa cada 15 días.
Verdaderos héroes sin capa, que se las saben todas y resuelven sobre la marcha cualquier eventualidad, nuestros albañiles, carpinteros, plomeros, cerrajeros, similares y conexos lidian con una barrera adicional: cuentan con muy poco tiempo para comer, pues deben volver lo más pronto posible a sus actividades para completar su carga de trabajo.
Por ello, cada vez más trabajadores prefieren ahorrar tiempo y dinero con una opción accesible, variada, siempre a la orden y que se encuentra prácticamente a la vuelta de la esquina: los hot-dogs de la marca Vikingo, disponibles en las miles de sucursales de OXXO de todo el país.
Además de su precio justo y promociones (suelen venderse paquetes de 2 Vikingos a un súper precio), tienen varios tipos de salchicha y sus complementos incluyen jitomate y cebolla fresca, chile jalapeño, mostaza, mayonesa, cátsup y hasta queso; todo lo necesario para acabar con el hambre y tener la energía necesaria para acabar con las tareas del día.
Todas estas características han hecho de los hot-dogs Vikingo los favoritos de miles, al punto que OXXO ya encabeza el segmento de la comida rápida en el país por encima de los competidores tradicionales que venden hamburguesas o pizza.