Un grupo de investigación conformado por especialistas de la UNAM, derribó la teoría de que el proceso de destilación fue traído a tierras mexicanas por los españoles en la época de la colonia.
El hallazgo llegó luego de que el equipo conformado por Avto Goguitchaichvill, Juan Morales, Mari Carmen Serra Puche y Carlos Lazcano Arce, estudiaran una serie de hornos encontrado en la zona arqueológica Xochitécatl-Cacaxtla, Tlaxcala y descubrieran que eran usado para producir mezcal entre los años 557 y 487 a.C., según un artículo publicado en el Journal of Archaeological Science Reports.
Antes de que se diera a conocer el uso que estos hornos tenían, se creía que la bebida alcohólica consumida en las sociedades mesoamericanas era el pulque; el famoso fermento del maguey.
Además de demostrar que las sociedades antepasadas ya gustaban del buen mezcal, esto deja ver que no eran nómadas ni cazadoras-recolectoras sino que estaban tan avanzadas como las árabes o europeas.
En un principio, cuando las cavidades fueron encontradas, se creyó que eran utilizadas para hornear cerámica, sin embargo, las investigaciones llevaron a concluir que servían para cocer "cabezas" de maguey.
La teoría generó una gran polémica entre especialistas así que el grupo encargado de la investigación decidió profundizar utilizando métodos arqueológicos, etnoarqueológicos, etnohistóricos, químicos y arqueomagnéticos.
Entonces, en la Facultad de Química y en el Instituto de Química de la UNAM se hicieron análisis de manchas y escurrimientos en los hornos, e identificaron el material como piña de maguey quemada.
“Fue interesante, pues era difícil detectar material del mezcal, porque es volátil. Sin embargo, hay una ruta de descomposición química para pasar del azúcar del maguey al mezcal, se reprodujo esa ruta y se encontró la evidencia; por lo tanto, no hay posibilidad de error”, enfatizó Lazcano Arce.