Si tienes un gato sabes de sobra que nada de lo que dicen es verdad. Y si tienes varios conoces como un experto que uno no se parece a otro, que desarrollan un carácter propio y que reaccionan a diferentes estímulos. El gusto por la compañía felina es algo que va al alza, pues se estima que hay 5.5 millones de gatos en los hogares mexicanos.
Pero en el Día Mundial de los Animales es obligatorio erradicar el mito de que los gatos no deben ir al veterinario, pues es necesario para su cuidado y calidad de vida conocer si crecen de manera correcta o desarrollan alguna enfermedad determinada por su condición genética, especialmente si es adoptado o llegó solito. Y si tu gato sale a la calle, saber si no se ha contagiado de alguna enfermedad que puede ser mortal.
De acuerdo con Gonzalo Caballero, asesor técnico para el Departamento de Comunicación Científica de Royal Canin, solo un 30 por ciento lleva a su gato al veterinario más de una vez al año, mientras que 14 por ciento lo hace cuando se trata de una emergencia y 10 por ciento solo cuando debe vacunarlo. Este comportamiento, señala el asesor, se debe a que persiste la creencia de que la personalidad de los gatos es independiente y autosuficiente, pero eso no es del todo cierto.
Un gato suele manifestar las enfermedades que padece de forma diferente a como lo haría un perro; suelen aislarse y eso hace más difícil darse cuenta que lo está pasando mal o sufre por alguna enfermedad. Además, es importante que aquel que tiene un gatito por compañía sepa que esta especie es propensa a desarrollar enfermedades virales, especialmente si sale a la calle. Tu gato se puede contagiar de rabia o sida felino o contraer herpesvirus, calicvirus o rinotraqueitis o desarrollar leucemia.
La salud bucal es otro de los cuidados que debes atender, pues los gatos suelen comer hasta 20 veces al día, por lo que tienen a acumular residuos en los dientes y con ello desarrollar caries u otros problemas más allá de un aliento desagradable.
Por el bajo consumo de agua también pueden desarrollar problemas en la vejiga o en el riñón. Se estima que 1 de cada 3 gatos sufre de insuficiencia renal por intoxicación o maña alimentación, pero este problema solo es visible cuando el gatito ya tiene una edad avanzada, complicando así la recuperación o el tratamiento.
Por ello te recomendamos:
Llevar a tu gato al veterinario a revisiones periódicas al menos cada 6 meses si vive en casa o cada 4 meses si suele salir a la calle.
Sácalo de vez en cuando a lugares petfriendly o parques, así se acostumbrará a estar en la calle y al ruido que estas suelen tener.
Usa una transportadora especial para el o ella, una que le permita mirar al exterior.
Báñalo con frecuencia, especialmente cuando son pequeños. Desarrollará un gusto por el agua; podrás conocer mejor su cuerpo y perder el miedo a sujetarlo con fuerza.