En 2017, la Secretaría de Salud estimó que el cáncer es la tercera causa de muerte en México y estimó que 14 de cada 100 fallecimientos se dan a consecuencia de esta enfermedad en sus diferentes tipos.
Aunque la cifra es alarmante, lo es más el hecho de que al menos el 30 % de los tipos de cáncer que se dan en nuestro país, son consecuencia de un estilo de vida plagado de malos hábitos como el consumo de alcohol y tabaco, el sedentarismo, mala alimentación y falta de ejercicio.
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La buena noticia es que así como algunos hábitos nos perjudican, hay uno muy simple que podría mejorar considerablemente la situación de las personas que están en un tratamiento por cáncer y consiste en comer uvas, frutos rojos y cacahuates.
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De acuerdo con lo encontrado en un estudio del Departamento de Genética y Biología Molecular del Cinvestav, las moras, uvas y cacahuates, poseen una sustancia que ayuda a detener el crecimiento y la programación de las células cancerosas y además, elimina la resistencia que algunos cuerpos desarrollan contra los fármacos utilizados en quimioterapias.
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La investigación a cargo de los especialistas Patricio Gariglio Vidal y Jaime García Mena, determinó que el resveratrol, una molécula que se produce naturalmente en ciertas plantas y funciona como una especie de protección contra ataques patógenos, es útil en el tratamiento del cáncer pues al mezclarlo con el cisplatino (un medicamento par atratar el cáncer), se elimina la resistencia de las células a este y por tanto, la dosis se reduce y con ello, los efectos secundarios.
El resveratrol se utiliza ya para tratar otros padecimientos como la aterosclerosis, cardiopatías, y enfermedades pulmonares, además de ser un buen aliado para disminuir los niveles de glucosa y colesterol, reducir la grasa corporal y prevenir la aparición de signos de envejecimiento en la piel.
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Con información de La verdad y Nutrients.