Cuando se trata de rupturas amorosas, son numerosas las parejas que culpan al alcohol de terminar con su relación. El problema, quizá, es que sólo uno de los dos se dedica a la bebida, pues un estudio reciente afirma que los novios o esposos que se emborrachan juntos son más felices.
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Juntos, felices, separados, insatisfechos
La investigación, publicada en 2016, por The Journals of Gerontology Series B: Psychological Series, llegó a esta conclusión tras analizar a 4 mil 864 parejas casadas, entre las cuales había varias con más de tres décadas juntas en promedio. El objetivo era descubrir cómo afecta el alcohol a sus relaciones.
A los participantes se les preguntó sobre la frecuencia con que ingerían bebidas alcohólicas en una semana y la cantidad de alcohol que tomaban en cada ocasión.
Los resultados sorprendieron a los investigadores, pues encontraron que las parejas en las que ambos bebían juntos tenían matrimonios felices, sin que fuera relevante la cantidad de veces que lo hicieran por semana o quién de los dos bebiera más.
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En tanto, aquellos casos en los que sólo uno se alcoholizaba, había mayores registros de insatisfacción con su relación, principalmente en el caso de las mujeres.
Nada con exceso, advierten
En conclusión, las parejas que tenían prácticas de consumo similares, sin importar si se emborrachaban o se mantenían sobrios juntos, reportaron aumentos en el bienestar conyugal a través del tiempo, determinaron los investigadores.
Sin embargo, advirtieron que la felicidad en la pareja solo es probable si ninguno de sus integrantes bebe en exceso, pues lo importante es que la convivencia que se deriva de embriagarse juntos.
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Es importante señalar que en el caso de los abstemios, el estudio también reveló que las parejas también tienen una alta probabilidad de ser felices, pues muy probablemente llevarán una vida social compatible.