Es fácil imaginar que si Albert Camus no hubiera conocida al señor Germain cuando todavía era un niño, ni "El extranjero" (1942) ni La peste" (1947) habrían salido a la luz.
Este hombre fue su profesor de primaria y, después de su madre, fue a la persona que agradeció cuando obtuvo el Premio Nobel de Literatura. La carta de gratitud escrita en 1957 es ahora recordada en Twitter con motivo de su aniversario luctuoso y aquí está la transcripción:
"Querido señor Germain:
Esperé a que se apagara un poco el ruido que me ha rodeado todos estos días antes de hablarle de todo corazón. He recibido un honor demasiado grande, que no he buscado ni pedido. Pero cuando supe la noticia, pensé primero en mi madre y después en usted. Sin usted, la mano afectuosa que tendió al pobre niñito que era yo, sin su enseñanza y ejemplo, nada de esto hubiese sucedido. No es que dé demasiada importancia a un honor de este tipo. Pero ofrece por lo menos la oportunidad de decirle lo que usted ha sido y sigue siendo para mí, y le puedo asegurar que sus esfuerzos, su trabajo y el corazón generoso que usted puso continúan siempre vivos en uno de sus pequeños discípulos, que, a pesar de los años, no ha dejado de ser su alumno agradecido.
Le abrazo con todo mi corazón".
Según contó Manuel Vincent, un escritor español, a The New York Times en 2012, "aquel maestro de primaria se había empeñó en que Camus estudiara el bachillerato, así que lo acompañó en tranvía al examen de ingreso y se desvivió para que le concedieran una beca.
Germain contestó a la carta en 1959 de la siguiente manera: "Creo conocer bien al simpático hombrecito que eras y el niño, muy a menudo, contiene en germen al hombre que llegará a ser. El placer de estar en clase resplandecía en toda tu persona. Tu cara expresaba optimismo. Tu celebridad no se te ha subido a la cabeza. Sigues siendo el mismo Camus".