Por alguna razón echarse un gas es considerado como algo malo y vergonzoso para los humanos, siendo que es algo totalmente natural y a pesar de que no es lo más agradable en cuanto a olor, por salud no es recomendable aguantárselos.
Seguramente te preguntarás de dónde viene el origen de la prohibición de los gases; pues bien, todo tiene su raíz en el Senado Romano cuando hace miles de años prohibió a los ciudadanos expulsar sus gases en plena calle. Lo malo del asunto, es que en lugar de hacerle un bien a la sociedad, los estaban enfermando.
Los gases son aire que se encuentra en el intestino grueso o colon y se forma por la interacción de dos factores principales: las bacterias que tenemos en el colon y los restos de digestión de los alimentos que llegan ahí, donde también se forman las heces. Dichos gases pueden producir hinchazón o distensión abdominal.
Según Balboa, el hecho de aguantarse una flatulencia no es una cuestión de vida o muerte; sin embargo, es un riesgo para la salud de nuestros intestinos. ¿La razón? Si te guardas los gases, puedes desarrollar divertículos en el colon, las cuales son pequeñas bolsas que se abultan en el colon y que provocan estreñimiento, cólicos y gran hinchazón abdominal.
Con información de Buenavida.