Alexandre Cabanel es el creador de “El ángel caído”, el famoso cuadro que retrata a Lucifer tras su expulsión del paraíso, sin embargo, el artista francés es responsable de otras importantes obras.
Nacido el 28 de septiembre de 1823 en Montpellier, Alexandre Cabanel fue alumno de Francois-Édouard Picot en la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes de Francia.
Desde muy joven dio muestras de un gran talento al ganar distintas medallas, una de las notables la del Salón de Roma, en Italia.
Fue precisamente en este país donde Alexandre Cabanel adquirió su característico estilo neoclásico academicista hasta convertirse en uno de los favoritos de Napoleón III, quien se consideraba a sí mismo un fan del artista.
Pero Cabanel no sólo se dedicaba a pintar, sino que era uno de los mejores profesores de arte e historia de su época y tuvo muchos alumnos que triunfaron en menor o mayor medida.
Alexandre Cabanel siguió la tradición pictórica occidental adaptándola al siglo XIX y sentía antipatía por el trabajo de Manet, mientras que era criticado por aquellos que defendían el necesario de un arte menos galante y más social.
Si bien el cuadro que retrata la lágrima de Lucifer es una de sus obras más conocidas, la relevancia que tuvo en su época, legó una gran cantidad de obras famosas.
Las otras 4 grandes obras de Alexandre Cabanel
Además de la representación de Lucifer en “El ángel caído”, Alexandre Cabanel puso su firma en las siguientes obras de arte, siendo “El nacimiento de Venus” (1863) la que lo catapultó a la fama.
- El nacimiento de Venus
El artista retrata la anatomía de Venus, que parece dormida sobre las olas, en un hermoso paisaje en armonía con tantos tonos azules mientras que un grupo de ángeles revolotean sobre ella.
Aunque es uno de sus más famosos cuadros, Alexandre Cabanel fue repudiado por un grupo de artistas que lo señalaban de haber hecho una obra totalmente idealizada, al no retratar a una mujer real.
- Eco (1874)
En la mitología griega, la ninfa Eco es maldecida por la diosa Hera y sólo puede repetir las últimas palabras que le dijo. Incapaz de comunicarse con el hombre que ama, se retira a las montañas y languidece hasta que sólo le queda la voz.
En esta pintura, Alexandre Cabanel la representa con la boca abierta y las manos en los oídos, asustada por los sonidos reverberantes. De nuevo, los críticos del siglo XIX la consideraron una idealización del desnudo.
- Fedra (1880)
Fedra fue, según la mitología griega, una princesa de la isla de Creta, hija del rey Minos y Pasífae y cuyo esposo fue Teseo, quie mató a su hermanastro.
Alexandre Cabanel la pintó en sus aposentos, melancólica, antes de morir probablemente con veneno. Así lo decidió ella tras enamorarse de Hipólito, su hijastro, y provocar su muerte al acusarlo de violación debido a que no le correspondía.
- Cleopatra probando venenos con prisioneros condenados (1887)
En este cuadro, el artista interpreta la versión de Plutarco en Vidas paralelas, capítulo sobre Marco Antonio. Una de las versiones sobre la muerte de Cleopatra es que se envenenó.
Por ello, Alexandre Cabanel la pinta sentada en su sofá, probando con frialdad venenos con prisioneros condenados para averiguar cuál sería el más rápido e indoloro. A su lado, la diosa Mafdet, protectora de los faraones a cargo de la justicia.
Como pudiste notar, Alexandre Cabanel se especializó en temas históricos, clásicos y religiosos en el estilo académico, hasta su muerte registrada el 23 de enero de 1889.