Dentro del mundo exótico de las mascotas, las lagartijas se han popularizado en las últimas décadas, dado que son relativamente fáciles de mantener, su cautiverio no es muy demandante y son organismos que en ocasiones resultan “sociables”.
Sin embargo, como aficionados a este tipo de mascotas se deben tomar en cuenta varios puntos que resultan cruciales para lograr la salud del organismo y que los dueños de estos bichos se sientan satisfechos.
La parte medular que hay que resolver es el asunto del encierro, éste debe estar adaptado de acuerdo con las necesidades del organismo y los accesorios a utilizar están en función del hábitat original de la especie: algunas especies son ambientes desérticos, otras de climas templados y otras de ambientes tropicales. Aunado a esto, hay que contemplar los hábitos del organismo, pues hay algunas especies que son trepadoras como algunos geckos, algunas otras son arborícolas como la iguana verde o la mayoría de los camaleones, mientras que otras pueden resultar de hábitos terrestres como el dragón barbado de Australia. El tamaño del encierro también está en función del tamaño del organismo, de manera que éste pueda subir, bajar, trepar, explorar, comer y beber sin ningún problema.
Independientemente de la ambientación y de los hábitos que tenga la especie, todos los encierros deben contar con un escondite adecuado al tamaño del organismo que funcione como retiro al momento de descansar, esto resulta vital ya que ayuda a que los organismos no vivan estresados.
Al igual que el resto de los reptiles, la temperatura corporal de las lagartijas no depende de ellas mismas sino del ambiente, por lo tanto es indispensable colocar una fuente de calor, ya sean placas térmicas o focos incandescentes pero siempre EXTERNOS, de otra manera incrementas la probabilidad de un accidente. Pero OJO, no necesitamos calentar todo el encierro: destina un extremo del encierro (de preferencia donde está el escondite del bicho) para que resulte el más cálido, por consiguiente el otro extremo quedará más fresco y así, la lagartija irá de un lugar a otro de acuerdo a lo que necesite. Por cierto, el rango de la temperatura que los expertos sugieren para el encierro de este tipo de organismos, va de los 25 a los 30 °C.
Los hábitos alimenticios de las lagartijas son variados, la gran mayoría son insectívoras, pero también las hay vegetarianas y omnívoras: investiga bien cual es alimento adecuado para tu mascota, así como la frecuencia con que hay que ofrecer de comer, aunque la mayoría pueden comer diario o a lo mucho cada tercer día. No olvides que el tamaño del alimento debe estar de acuerdo con el tamaño del organismo. No está de más, pero también investiga que alimentos no tienes que ofrecer jamás. Siempre ofrece alimentos frescos y nunca olvides ofrecer un recipiente con agua limpia todos los días: tu mascota te lo agradecerá.
La gran mayoría de las lagartijas diurnas necesitan baños de sol, investiga si tu mascota lo necesita y de ser así, ofrece breves baños de sol esporádicos, no dudes en hacerlo, sobre todo en las horas previas al medio día, momento en que el sol no irradia tanto calor, esto te ayudará a prevenir deformaciones en los huesos: necesitarás un encierro portátil que permita una adecuada ventilación y que cuente con espacios de sombra.
TIP: ten a la mano el teléfono de algún Médico Veterinario especializado en reptiles o por lo menos ten ubicado alguno cerca, nunca sabes cuándo lo puedes necesitar. Y recuerda, siempre es mejor prevenir que remediar.