Ciudad de México, 5 de junio (EFE).- Autoridades culturales mexicanas rescataron un área arqueológica con varias edificaciones mayas de más de mil 500 años que estaban enterradas bajo una carretera de la península de Yucatán, informaron hoy fuentes oficiales.
Esta zona arqueológica, integrada por los restos de cinco edificaciones mayas "tipo palacio", formó parte de la ciudad prehispánica de Oxkintok y se encuentra en ambos lados de la carretera, en donde se adaptó un parador para que los viajeros puedan hacer un recorrido, explicó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
En un comunicado, el instituto indicó que el trabajo de rescate de las construcciones mayas se prolongó durante tres años y cuatro meses y se encuentran en una carretera federal que une las ciudades de Mérida, capital del estado de Yucatán, con Campeche, capital del estado homónimo.
Este conjunto de construcciones forman parte de la secuencia arquitectónica del área maya del norte, que se desarrolló en el periodo Clásico Temprano, entre los años 300 a 600 d.C, indicó la coordinadora de los trabajos de salvamento arqueológico, Eunice González.
"Dichas construcciones son parte de grandes plataformas residenciales que alcanzan a medir 60 metros de largo por 50 de ancho, sobre las que se levantaron edificios de mampostería y techos abovedados en torno a un patio", comentó la especialista.
Sobre el origen de la zona, según la especialista, las cinco edificaciones formaron parte de lo que debió ser un área residencial de la ciudad prehispánica de Oxkintok, hoy zona arqueológica del mismo nombre que se ubica a dos kilómetros de la carretera.
La antropóloga manifestó que la zona de Oxkintok es de gran relevancia para la arqueología porque conserva edificios de todas las etapas cronológicas y de ocupación identificadas en el área maya.
Dichas edificaciones son visibles en el acotamiento izquierdo de la carretera, dirección Mérida-Campeche, entre ellas un edificio estilo Oxkintok Temprano (300 a 500 d.C.) y tres construcciones estilo Puuc Clásico (850 a 900 d.C.).
En el camellón (área central que divide ambos sentidos de la carretera) se aprecia otra edificación residencial también de estilo Puuc, que para su conservación fue removido de su lugar original y colocado donde se aprecia hoy.
El parador arqueológico que abarca más de 3 kilómetros, se construyó en acuerdo entre el Centro-INAH Yucatán y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) con motivo de la ampliación de la carretera, cuyo trazo original recibió múltiples modificaciones para conservar el patrimonio histórico prehispánico.
El INAH indicó que en las labores de salvamento arqueológico se registraron vestigios de 170 estructuras, que datan desde el periodo Preclásico Superior hasta el Clásico Tardío.
Durante las exploraciones también se recuperaron los restos de cerca de 180 vasijas, así como de 100 metates como ofrenda a los edificios; cinco hornos de cocción de cal.
Asimismo se localizó cerca de un centenar de entierros de distintas características.
Según la especialista, los habitantes de la ciudad sufrieron épocas de sequía, porque se encontraron muchos resguardos para maíz, aunque aún se realizan estudios para definir los lapsos en que hubo carestía de víveres y determinar si fue real la sequía.
"Me atrevería a afirmar que hubo tal sequía porque en un solo edificio encontramos tres silos, que eran áreas usadas para guardar maíz", puntualizó.