La 'Royal Society Open Science' descubrió varios fósiles de una especie de canguro desaparecida hace 50 mil años. Estos hallazgos revelaron que estos animales tenían la capacidad de trepar árboles en una planicie de Australia. Actualmente, esta zona se ha convertido en sabana.
Los científicos lograron este descubrimiento por medio de un nuevo análisis de fósiles de pequeños canguros, descubiertos en la inmensa planicie árida de Nullarbor, en el suroeste de Australia.
Paleontólogos descubrieron esqueletos de un macho y una hembra de estos ancestros de canguro
Los paleontólogos trabajaron en dos esqueletos casi completos de un macho y una hembra de estos ancestros de canguro. En un inicio, los restos fueron clasificados equivocadamente como ‘Wallabia kitcheneri’, pero, después de diversos estudios, los volvieron a clasificar en el subgénero nuevamente denominado ‘Congruus kitcheneri’, una especie desaparecida.
Al estudiar su morfología, conformada por fuertes miembros anteriores y posteriores y manos robustas con garras, dedujeron que este antecedente de canguro de 40 kilos estaba adaptado para subir a los árboles y desplazarse lentamente en ellos.
Esto resulta en un hallazgo biológico ya que el ‘Congruus kitcheneri’ no era un canguro arborícola, como el dendrolagus, lejano primo de los marsupiales que hoy habitan en los bosques de Nueva Guinea. Unas sesenta especies vivientes de canguros, wallabies y otros marsupiales de la familia de los macropódidos evolucionaron saltando en tierra firme.
Estos ancestros de los canguros se pudieron alimentar de algunos frutos de árboles
Natalie Warburton, investigadora del centro de investigación sobre los ecosistemas de la Universidad Murdoch en Perth, explicó que los restos del canguro tenían huesos de las manos y los pies, con grandes garras retorcidas
"Me acuerdo haber observado los huesos y haber dicho a mi colega: Tal vez no me creas, ¡pero pienso que el animal estaba brincando a los árboles!"
Natalie Warburton
Sin embargo, todavía se estudia que llevó a esta subespecie de canguro para desarrollar sus capacidades para trepar árboles.
"Brincar a los árboles debería requerir mucha energía y músculos poderosos para subir"
Natalie Warburton
También explicó que estos ancestros de los canguros se pudieron alimentar de algunos frutos de árboles. Finalmente, la investigadora explica que estos restos fósiles muestran cómo era el hábitat y el medio ambiente en la región hace 50 mil o 100 mil años, una planicie con clima casi desértico.