Toda la vida hemos escuchado sobre la importancia que tiene en la salud desayunar pronto, antes de que pasen 30 minutos después de levantarse. Pero, aunque esto tiene bastante lógica, hay muchas cosas que no sabemos sobre el desayuno, por ejemplo: qué alimentos debemos consumir y en qué cantidades.
Sin embargo, de algunos años para acá, expertos en nutrición, medicina y deporte han comenzado a recomendar el ayuno intermitente como alternativa para mejorar la salud, bajar de peso e incluso aumentar la esperanza de vida.
¿Qué es y cómo funciona el ayuno intermitente?
Como su nombre lo indica, el ayuno intermitente es un régimen en el que las personas pasan periodos largos de tiempo sin alimentarse, sobre todo durante la primera parte del día. Esto quiere decir que, en vez de dejar de comer sólo las horas en las que estás durmiendo, agregarás algunas posteriores a que te levantes de la cama.
Con el ayuno, las células comienzan a alimentarse de las reservas que hay en el cuerpo para obtener energía y continuar con su funcionamiento, es decir: consumen grasas alojadas para sustituir los carbohidratos y las azúcares que no se están introduciendo a través de la comida regular.
Entre las ventajas que se han encontrado de este método está el rejuvenecimiento de las células y por tanto su mortalidad, lo que se traduce en mayor salud para quienes lo practican y un menor riesgo de desarrollar cáncer.
Por otro lado, el ayuno ayuda a disminuir la inflamación y a mejorar los niveles de triglicéridos y colesterol (indicadores del perfil lípido).
1.- El ayudo puede acompañarse de bebidas sin calorías como café, agua natural y algunos refrescos sin azúcar.
2.- El lapso que dura el ayuno depende de las necesidades, los objetivos y el estado de salud de cada quién.
3.- No debe aplicarse a la ligera, siempre tiene que haber una persona profesional (médico o nutriólogo) a cargo del seguimiento y el análisis de resultados.
4.- Es importante cuidar los alimentos que se consumen luego del ayuno.
5.- Toma en cuenta que el ayuno intermitente no está indicado para todas las personas, hay muchas condiciones en las que los médicos no lo recomiendan. Por ejemplo:
- Personas con bajo peso.
- Personas en tratamientos de fertilidad, que buscan embarazarse o están amamantando.
- Personas embarazadas
- Diabetes
- Hipotención
- Antecedentes de transtornos alimenticios.
Con información de El Debate.