Durante las primeras etapas de nuestras vidas la pasamos esforzándonos por obtener calificaciones perfectas, hacemos hasta lo imposible por ganárnoslas y nos frustramos si esto no sucede, pero la realidad, según un nuevo estudio, es que las buenas notas no aseguran el éxito.
De hecho, no es sólo que al terminar tus estudios con dieces no podrás ir al banco a cambiarlos por unos cuantos millones, sino que el estudio realizado por Erik Baker encontró que las personas más exitosas se graduaron de la universidad con calificaciones consideradas bajas.
Esto, por supuesto, no tiene que ver con la inteligencia o la capacidad para aprender; está más bien relacionado con el hecho de que aquellas personas con calificaciones bajas suelen tener menos miedo de ir más allá de lo establecido.
El estudio afirma, por ejemplo, que las personas acaudaladas lo son porque igual que hicieron con los estudios, en la vida laboral y en los negocios se atreven a romper las reglas y hacer cosas distintas, lo que en muchos casos les ayuda a trascender.
En contraste, las personas con mejores calificaciones la mayoría de las veces se dedican a respetar las normas establecidas y acabar con ese patrón una vez que la edad escolar termina, es realmente difícil.
Con información de Forbes.