El cáncer de páncreas daña al órgano que se ubica justo detrás del estómago. Y, para detectarlo, hay una serie de síntomas que se presentan en las primeras etapas.
El cáncer de páncreas se origina en las células de nuestro cuerpo. Lo normal es que las células se multipliquen si es que el organismo lo requiere.
Del mismo modo, es normal que las células mueran cuando son dañadas, o si el cuerpo decide que ya no las necesita más.
Pero, por el contrario, no es normal que las células empiecen a crecer descontroladamente. Es entonces cuando se forma lo que conocemos como cáncer, pues estas crecen demasiado rápido y no mueren con normalidad.
Cuando esto sucede, el número de células cancerosas sube, superando el número de células sanas; afectando así la parte del cuerpo que presente esta condición, como por ejemplo el páncreas.
5 síntomas del cáncer de páncreas en adultos
Los síntomas del cáncer de páncreas pueden ser causados por otro tipo de afecciones, por lo que no significa que automáticamente se sospeche de la enfermedad.
Además, debes considerar que los síntomas del cáncer de páncreas no suelen empezar en una etapa temprana, sino que se presentan más cuando se extiende y daña otros órganos cercanos.
Entre los principales síntomas del cáncer de páncreas, se encuentran:
- Dolor en la espalda y/o en el abdomen, porque el páncreas crece y empieza a comprimir órganos aledaños
- Falta de apetito que provoca una significativa pérdida de peso
- Náuseas y vómito, porque el crecimiento del páncreas oprime el extremo discal del estómago
- Agrandamiento de la vesícula biliar o del hígado, cuando el cáncer bloquea el conducto biliar haciendo que se llene de bilis
- Diabetes, en ocaciones, el cáncer de páncreas afecta la producción de insulina
¿El cáncer de páncreas tiene cura?
La cura más inmediata al cáncer de páncreas sería mediante una cirugía, el problema es que dada la ubicación del órgano dañado, muchos de los pacientes no son candidatos al procedimiento.
Pero como con cualquier otro tipo de cáncer, el paciente afectado se tiene que someter a un tratamiento que sea indicado por un médico.