Es el día del padre este 16 de junio, fecha que celebra a todas las figuras paternas, incluidos a los padrastros; por ello te dejamos la carta a mi padrastro.
Esta carta a mi padrastro es una bonita forma de expresar tus sentimientos para esta figura paterna que se preocupa por igual por sus hijos e hijas, en este día del padre.
Lo mejor es que no es sólo una sola carta a mi padrastro, en realidad te traemos dos, para que elijas la que más represente tus sentimientos.
Pues la dos agradecen a esta persona por cuidar y velar de sus hijos e hijas, a pesar de que en esencia no estaban obligados, al carecer de alguna liga sanguínea.
Carta a mi padrastro de disculpas en el día del padre
La primera que tenemos es la carta a mi padrastro de disculpas en este día del padre, la cual es de un hijo o hija arrepintiéndose del mal trato que tuvo para con su padrastro.
Esta carta a mi padrastro representa muy bien el sentimiento de hijos e hijas que, o bien conocieron a su padre biológico y este murió o se fue, o bien nunca convivieron con una figura paterna.
Se trata de un texto de disculpas en este día del padre, donde agradecen todo lo que el padrastro ha hecho por ellos o ellas, a pesar de los malos tratos que tuvieron para con su padrastro.
Señalando que por fin entendieron que un padre es quien te cuida y está contigo siempe.
Querido (su nombre):
Han pasado unos cuantos años desde que te conozco, y creo que nunca te he dado las gracias por aparecer en mi vida. Desde que empezaste un nuevo camino con mi madre he visto cómo le hacías feliz, cómo ella sonreía a cada instante porque te tenía cerca y porque sabía que podía contar contigo para todo. Y ya sabes que al principio yo no era muy dada a ese amor ni a ese cariño, pero poco a poco todo cambió.
En este Día del Padre estoy segura/o de que no te esperabas recibir esta carta en la que te escribo todo lo que siento. Quiero que sepas que te has ganado mi corazón y mi cariño. Que nunca has pretendido ocupar el puesto de padre, sin embargo, ya lo has hecho. Gracias a ti sé lo que es tener un padre y una madre, una familia feliz y cada vez más grande.
Gracias infinitas por tratarme como a una hija/o, por educarme, por quererme y por enseñarme las cosas más importantes de la vida. Dicen que un padre es aquél que te da la vida, pero en mi caso no es así. Creo que un padre es quien te cuida y quien está contigo siempre, para lo bueno y para lo malo. Porque ya sabes que no hemos pasado una buena época, sin embargo, tú siempre has estado ahí para todo lo que he necesitado, siempre me has acompañado en los momentos más importantes de mi vida. Y siempre has sabido cómo sacarme una sonrisa cuando más lo necesitaba.
Gracias por (contar alguna anécdota) enseñarme a montar en bici, acompañarme cuando quería ir al cine y mi madre no me dejaba. Gracias por escucharme cuando tenía alguna preocupación. Gracias por apoyarme en todas y cada una de mis ocurrencias. Gracias por no juzgarme nunca, por reírte conmigo cada vez que decimos alguna de nuestras tonterías que tanta gracia nos hacen…
Perdóname porque, al principio, te juzgué mal. Ya sabes que me enfadaba cuando venías a nuestra casa, por tener que compartir el amor de mi madre, o por estar demasiado preocupada/o por ella. Nunca me imaginé que te convirtieras en todo un referente para mí, en un ejemplo a seguir gracias a tu manera de ver la vida, gracias a tu paciencia y a tu forma de trabajar duro para conseguir todo lo que te propones. Eres, en definitiva, un padre de pies a cabeza que sabe cómo educar a una hija/o a la que no estaba obligado a querer. Pero tú supiste entenderme, supiste ser perseverante, supiste estar conmigo y eso tiene todavía más mérito, porque aunque no estuvieses obligado a educar a una hija que no era tuya, tú lo hiciste de la mejor manera posible.
Papá (porque sí, eres mi papá), aunque no llevemos la misma sangre, estás en mi corazón siempre. Gracias por ayudarme a convertirme en la mujer que soy hoy, una persona amable y sin un ápice de rencor que sabe lo que es tener una familia unida pase lo que pase. Gracias por entrar en la vida de mi madre, por hacerle la mujer más feliz del mundo y, por ende, a mí también.
¡Feliz Día del Padre!,
Carta a mi padrastro de agradecimiento en el día del padre
La segunda es la carta a mi padrastro de agradecimiento para el día del padre, donde un hijo o hija también defiende a este de las críticas de la gente.
Aquí la carta a mi padrastro muestra la alegría que tiene una persona de tener esta figura paterna, señalando que muchos le han criticado que este no sea su padre biológico.
Sin embargo, aclara que su padrastro siempre ha estado ahí, que ha mostrado preocupación y que decidió estar con este hijo o hija de forma libre, no por obligación.
Afirmando que este no es el esposo de su madre o su padrastro, sino su padre en todo sentido posible y le desea un feliz día del padre.
Sí, él es mi padre aunque no tenemos el mismo apellido ni tampoco la misma sangre. Algunos dicen que él no es mi padre, pero quienes dicen eso es porque no entienden lo que significa ser padre en realidad.
Mi padre llegó después de que yo naciera porque se enamoró de mi madre cuando mi madre ya me acurrucaba entre sus brazos. Que yo existiera nunca fue un problema para que se enamorase de mi madre. A él le gustaba jugar conmigo y estar a mi lado.
Mi madre siempre me dice que tenía una mirada especial para mí, y demostró que amaba a mi madre de verdad porque la quería a ella y también a todo lo que venía de su pasado, como yo. El tiempo hizo que su amor por nosotros creciera enormemente. Me veía todos los días y si no lo hacía entonces preguntaba por mí. Siempre mostró preocupación cuando me pasaba algo aunque fuese un simple resfriado. Nunca nos abandonó, es más, se comprometió y fuimos su prioridad todo el tiempo. Prefería pasar el día en casa con nosotros aunque fuese sin hacer nada, que estar en cualquier otro lugar del mundo.
Mi padre, fue el que decidió estar a nuestro lado aunque podía estar haciendo otra cosa, cuando mi madre decidió estar con él no cambió, siempre cumplió sus promesas y velaba por nosotros en todo momento. Siempre ha demostrado que nos quería de verdad. Nunca me compró con cosas, mi cariño se lo ha ganado porque me ha enseñado el valor de la vida y lo que es en realidad, el amor.
Siempre me ha cuidado y me ha respetado como si fuese su propia descendencia. Me ha dado el amor de un padre aunque yo jamás fui su obligación. Siempre he sentido su amor como si fuese mi padre y ha sabido estar a mi lado siempre que lo he necesitado.
Es cierto que no es mi padre biológico, pero sí lo es por decisión y ese amor que me regala es el más valioso que puede existir aunque no tengamos la misma sangre corriendo por nuestras venas. El vínculo que nos une es mucho más grande: se llama amor. No, no tengo su sangre pero es mi padre y es el mejor que existe. No puede haber otro padre mejor que él y por eso estoy feliz de decir que él es mi padre.
Siempre supe que no teníamos la misma sangre y eso jamás me ha impedido que le quiera como lo hago, porque él me ha demostrado que es el mejor padre que pueda tener. Se ha ganado ese “título” que a muchos hombres, a pesar de ser padres biológicos, les queda demasiado grande. Por eso, él no es la pareja de mi madre, ni tampoco es mi padrastro, él es y siempre será MI PADRE.
Con información de Diario Femenino y Ser Padres.