Absolutamente nadie ha llegado al final del recorrido de una casa de terror ubicada en San Diego, Estados Unidos, donde las experiencias son descritas como un shock emocional y físico.
Es por ello que a los vecinos de la zona les sigue pareciendo extraño que Mckamey Manor siga funcionando de una manera legal, pues entre sus "distracciones" están los golpes físicos, obligar a los usuarios a beber y comer sustancias desconocidas, y torturarlos teniéndolos atados o amordazados.
Mckamey Manor: la casa de terror más sádica
De hecho, la "aventura" se parece más a la filmación de la película La noche de la expiación, donde los ciudadanos tienen derecho a cometer cualquier actividad criminal (incluido el asesinato) durante un periodo de 12 horas. Por cierto que para entrar a Mckamey Manor es indispensable que un médico certifique que estás en perfectas condiciones de salud y que firmes una carta de responsabilidad.
Pero además de toda la locura antes descrita, la casa ofrece 400 mil pesos a todo aquél que llegue al final, cosa que será muy difícil. Pero si tan sólo quieres echar un vistazo y salirte en seguida es bueno que sepas que no hay cover, lo único que te piden para ingresar es llevar una bolsa de croquetas para perros.
400 mil pesos por llegar al final de la casa
Mayor de 21 años, presentar un examen físico y deportivo en el que un médico avale que estás en condiciones físicas y mentales para soportar el recorrido, contar con seguro médico, firmar un contrato de 40 páginas y pasar una prueba antidoping el mismo día que entrarás a la casa.
Antes de ingresar, el equipo te hace mirar un video de 2 horas (sí, nada más) en el que muestra a las personas que entraron antes para que te asegures de que realmente quieres vivir la experiencia. Además, sólo unos cuantos clientes logran entrar cada fin de semana y el trayecto a lo largo de la mansión puede durar de 4 a 8 horas.