México - El debate sobre si la tecnología nos mejora la vida o nos vuelve menos hábiles a la hora de enfrentarla, permanece vigente. Y como no si cada día se vuelven obsoletos en el mercado productos que causaron sensación por su novedad pocos meses atrás.
Justamente dentro de esta temática se estudia la agilidad con que los niños, antes de aprender a escribir, ya saben teclear y enviar mensajes por redes sociales imitando a sus padres.
La pregunta obligada sería para qué enseñarles caligrafía si igual pueden comunicarse a través de los sistemas de cómputo, y al final el efecto es el mismo, es decir, el mensaje llega a un receptor que lo decodifica y así se da el proceso de comunicación.
Pues si la pregunta es obvia la respuesta es más evidente aún. Bien es sabido que el ser humano se distingue de los animales por su capacidad para expresar emociones e ideas a través del lenguaje. Es decir, comunicarse es la facultad predominante del Homo Sapiens, el hecho de limitar o en llegado caso, cesar esta práctica, afecta las destrezas lingüísticas y con ellas la destreza cognitiva que mantiene operando al cerebro.
De hecho, los neurocientíficos y psicopedagogos se lo plantean. Escribir a mano tiene sus ventajas frente al uso del teclado. Entre ellas, facilita un mejor conocimiento de la ortografía, una mayor fluidez de ideas a la hora de escribir redacciones, mejor capacidad de lectura y, además, potencia la memoria.
Por el contrario, cuando los niños se limitan a teclear, simplemente están representando en su cerebro un mapa del teclado, según un estudio de la Universidad de Indiana publicado en Frontiers in Psychology.
«Cuando escribes a mano no tomas nota de todo, porque no da tiempo. A cambio, haces muchos procesos de integrar y seleccionar lo más importante y vas elaborando el contenido»,«Es preferible la escritura a mano porque activa más áreas cerebrales» señalan los expertos.
Con información de ABC.es