Las vacunas de AstraZeneca y Oxford han sido las elegidas para continuar con el plan de vacunación en México contra el Covid-19 tras su aprobación por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).

El pasado 4 de enero, México aprobó el uso de las vacunas de AstraZeneca y Oxford -conocida como AZD1222- que continuarán con el esquema de vacunación impuesta en México para prevenir más contagios por coronavirus; misma que se espera aplicar a principios del mes de marzo, uniéndose a las dosis de Pfizer y la de CanSino Biologics, esta última espera la aprobación de la COFEPRIS.

De acuerdo a la información, la inmunización de las vacunas de AstraZeneca y Oxford son más baratas con un costo unitario de 4 dólares, es decir 79 pesos y sencillas de conservar, ya que su fórmula se mantiene entre los 2º y 8ºC, por lo que solo bastaría un refrigerador común para guardarlas.

Por su parte, la vacuna de AstraZeneca mantiene un acuerdo con México y Argentina desde mediados del 2020 para poder producir a nivel regional la vacuna: Argentina será el país encargado de producir la sustancia activa, mientras que en México se llevará a cargo la estabilización, fabricación y envasado.

El acuerdo inicial para la vacuna de AstraZeneca contra el coronavirus, es producir 150 millones de dosis, las cuales podrían aumentar a 250 millones para abastecer a la población, lo cual se añade a la precompra de 77.4 millones de dosis en México.

¿Cómo funcionan las vacunas de AstraZeneca y Oxford en el cuerpo?

La vacuna AZD1222 está basada en un vector viral atenuado, que se traduce fácilmente en el virus debilitado del SARS-CoV-2 que produce la enfermedad del Covid-19; esta vacuna también suma material genético modificado, el cual envía instrucciones a las células para responder y provocar una respuesta inmune al coronavirus en el cuerpo humano.

Las vacunas de AstraZeneca y Oxford se basan en la tecnología ChAdOx1 que consta de un adenovirus -un virus modificado genéticamente- que causan resfriado en los chimpancés y por lo cual es imposible que se desarrolle en los humanos; esto fue desarrollado por el Instituto Jenner de la Universidad de Oxford.

El vector de las vacunas contra el Covid-19 es utilizado en muchas vacunas contra la influenza, el zika o el MERS-CoV que, una vez dentro del organismo humano contiene la secuencia de la proteína spike que produce la respuesta inmune y prepara a las células para reconocer y atacar al virus del Covid-19.

La vacuna de AstraZeneca y Oxford necesita de dos aplicaciones con diferencia de 21 días y han asegurado que su fórmula produce un 100% de inmunidad contra el coronavirus; aunque, en los últimos ensayos se demostró que la inmunidad es únicamente del 90%, tal y como la de Pfizer.

Con información de Muy Interesante y Universidad de Oxford.