La cuesta de enero podría ser inevitable si tuviéramos un mejor control sobre nuestro dinero; es probable que no sea tu caso, y que por alguna situación inesperada necesites un extra, y tengas que acudir a una casa de empeño que te saque del apuro; sin embargo, antes de que tomes la decisión, debes tener en cuenta algunos puntos importantes para evitar que pierdas tu prenda.
Para empezar, evalúa cuáles serán tus ingresos y gastos de los meses posteriores, para que puedas organizarte y tener el dinero disponible para retirar la prenda que vas a empeñar; ya que por los intereses, podría ser un tanto complejo recuperarla.
Evita caer en nuevas deudas, evita pedir más préstamos y sobre todo, evita los gastos hormigas; no cafés, no comida en la calle, no taxis, etcétera… Destina tu dinero a lo que debes y a tus gastos fijos sin excesos.
Al empeñar, tu prenda genera intereses de recuperación, por lo que si crees que no tienes el suficiente dinero para pagar a tiempo, solicita un crédito que te de chance de pagar una mensualidad fija y sin intereses, pero que al mismo tiempo te ayude a recuperar lo que vas a empeñar.
Antes de que vayas a una casa de empeño, investiga cuál es la que más te conviene tomando en cuenta la cantidad que pagarás en total, y el porcentaje de interés. Ya que muchas veces los intereses te pueden comer y seguirás debiendo y perdiendo tus cosas empeñadas.
La Condusef recomienda elegir la casa de empeño que te dé más liquidez por tus prendas (un porcentaje mayor del avalúo) a un menor costo (tasa de interés más baja). Es necesario que solicites información en al menos tres empresas.
Nunca de los nuncas vayas con los famosos “coyotes”, es probable que te ofrezcan un crédito que haga que te brillen los ojos pero en serio, tal vez nunca puedas recuperar lo que estás empeñando o peor, que te roben durante la transacción.
Paga de contado. Paga en efectivo en lugar de usar la tarjeta de crédito. De esta forma puedes controlar mejor el gasto y no caes en la tentación de comprar cosas que no son una prioridad. Existen casas de empeño privadas que te cobran intereses de acuerdo a los días que permanezca tu prenda bajo custodia, mientras que las IAP los cobran por meses. Por ejemplo, si llevas a empeñar un reloj el 5 de enero y lo recuperas el 4 de febrero, deberás pagar los intereses correspondientes a dos meses, no de un mes como sería con una casa de empeño privada.
La Condusef también recomienda que evalúes bien qué es lo que vas a empeñar, ya que podrías poner en riesgo tu patrimonio y no recuperarlo. Lo más recomendable es que empeñes alhajas, relojes, muebles, electrodomésticos, monedas, computadoras, herramientas, motos o coches.
Otro punto importante, es que investigues sobre los refrendos; o sea, el número de renovaciones a las que tienes derecho y el aumento del plazo establecido para recuperar tu prenda.
Y por último y uno de los puntos más importantes, verifica que el contrato contenga el número de registro otorgado por la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), así como la fecha de autorización. Aquí puedes hacerlo.
Con información de Condusef / Foto Cuartoscuro