Este miércoles 3 de febrero, la Comisión Europea y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades, recomendaron a la población civil no utilizar cubrebocas autofiltrantes FFP2 o de niveles de filtraje superiores al 92 %, indicadas para el personal sanitario.
Y es que estos tipos de cubrebocas, que tienen una capacidad de filtrado del 94%, son prioridad para "quienes cuiden o estén en contacto con personas sintomáticas o positivos de Covid-19".
“Hemos abordado esto con el ECDC” y sus expertos dicen que “la evidencia por el momento no es suficiente para (recomendar) utilizarlas en la comunidad”, declaró en una rueda de prensa la comisaria europea de Salud, Stela Kyriakides.
Otras opciones al cubrebocas FFP2
La comisaria, que dijo llevar un cubrebocas FFP2 por coincidencia, subrayó que lo importante a ojos del Ejecutivo comunitario, y en base a las directrices de la Organización Mundial de la Salud, es que “el público general debe llevar una mascarilla” pero son válidas las quirúrgicas y las higiénicas.
“Instamos a todos a que lleven mascarilla, correctamente, y que mantengan la distancia física”.
Stela Kyriakides.
La utilización de estos cubrebocas de mayor filtración ha invadido el debate europeo pues Francia las recomendó y Alemania las hizo obligatorias en lugares públicos como el transporte público y comercios, debido las nuevas variantes del Covid-19.
Otros países, como Bélgica, mantienen la recomendación de utilizar cubrebocas higiénicos o quirúrgicos en general, pero correctamente: las horas indicadas, cubriendo boca y nariz y sin arrugarlas, o los de tela: con doble capa y, de ser posible, con filtro húmedo entre ambas.