La enfermedad provocada por el nuevo coronavirus puede provocar daños a las células testiculares y por ende, afectaría la fertilidad masculina, afirma un nuevo estudio realizado por el Centro Médico de Sheba, en Israel.

La investigación también halló evidencias de que el Covid-19 provoca una disminución de hasta el 50 por ciento del volumen y capacidad de movimiento de los espermatozoides, efectos que durarían más de 30 días después de la infección.

En entrevista con el diario The Jerusalem Post, Dan Aderka, líder de la investigación dijo que pruebas realizadas a 12 pacientes post mortem revelaron también un cambio de moderado a severo en la producción de testosterona,  la principal hormona sexual masculina, que apoya la producción de espermatozoides.

“Como la maduración normal de los espermatozoides tarda de 70 a 75 días, es posible que si hacemos un examen de espermatozoides dos meses y medio después de la recuperación, observemos una fertilidad aún más reducida”<br>

Dan Aderka, líder de la investigación

De acuerdo con el estudio, esta afección se produce porque el nuevo coronavirus utiliza como receptor para entrar a las células humanas la enzima ACE2, que se encuentra en las células de pulmones, corazón, riñones y testículos. 

Agregó que la enzima conocida como TMPRSS2 también ayuda al virus a unirse al receptor ACE2, y esa enzima es activada por la testosterona, lo que explicaría por qué la enfermedad suele ser más grave en hombres que en mujeres.

Aderka encontró esta afectación en alrededor del 13 por ciento de los varones con COVID-19 que examinó, pero señaló que no pudo determinar cuánto tiempo dura el daño o si es permanente

Debido a que es una enfermedad nueva, hasta el momento se desconocen todas las afectaciones que puede causar el Covid-19 al cuerpo humano.

En el caso de la fertilidad masculina, otra investigación publicada por 'European Medical Journal' en septiembre pasado encontró que el coronavirus fragmenta el ADN de los espermatozoides.

Esto provocaría anomalías cromosómicas en embriones, fetos y descendencia, disminuyendo la probabilidad de implantación de los embriones y aumentando la frecuencia de abortos espontáneo, destacó la investigación realizada por médicos de la clínica MARGen, ubicada en Granada, España.