La empresa Quality Life Concept ha creado un casco de protección para niños contra el coronavirus -emulando un casco de astronauta- que funciona como burbuja en donde el aire circula con mayor cantidad de oxígeno.

La idea original fue del diseñador industrial Ricardo Conde y el ingeniero aeronáutico Andrés Felipe Giraldo, ambos originarios de Colombia, el cual en palabras de Conde “su uso masivo podría ayudar a la erradicación de la pandemia en un tiempo de dos meses y medio”.

Las imágenes en el video muestran a Giraldo junto con su hijo utilizando este casco de protección contra coronavirus, el cual mantiene el aire mientras ambos juegan en el parque despreocupados por un posible contagio por Covid-19. Hasta el momento cuentan con una versión para niños de 3 a 13 años, el cual podría utilizarse cuando los colegios vuelvan a abrir.

“Es el resultado de un proceso científico y de ingeniería donde hemos logrado un producto que lo puedes usar casi en cualquier circunstancia, el cual te va a mantener protegido y aislado dentro de una cotidianidad”

Andrés Felipe Giraldo

Este prototipo es el resultado de 84 ensayos diferentes; este utiliza un sistema eléctrico que hace que el aire circule por el interior con una mayor cantidad de oxígeno y evita que entren partículas de Covid-19 en este espacio.

“Se genera presión positiva, ¿qué quiere decir eso? Por ejemplo, si yo tengo, digamos en este caso que es de parejas descubiertas, yo me muevo y se me abre un poquito la zona de sujeción el aire sale, el aire no entra; entonces, al tener mas presión adentro que afuera el aire va atender a salir”

Andrés Felipe Giraldo

El casco está compuesto por una estructura hecha de plástico con una batería de litio que funciona por unas 6 horas y filtros que retienen el 99.97% de las partículas y, aunque al principio este casco burbuja fue pensado para el hogar y ayudar a mejorar la calidad de vida, la pandemia los hizo replantearse el nuevo diseño.

El casco de protección contra el coronavirus para niños tendrá un valor comercial de unos 400 mil pesos colombianos, es decir unos dos mil 188 pesos mexicanos, garantizando la calidad de otros respiradores que se llegan a vender hasta en dos mil dólares (42 mil 263 pesos).