Aunque mucha gente maneja a lo largo de su vida ciertos hábitos de sueño, como dormir mucho o desvelarse durante la noche y tomar siestas durante el día. La cantidad de horas que debemos descansar deben cambiar de acuerdo a la edad de cada persona.
Por ejemplo, si has dormido la misma cantidad de horas desde que tenías 18 años y después de cierta edad, notas que ese tiempo de sueño no parece ser suficiente, significa que debes cambiar tus hábitos de descanso.
De acuerdo a la National Sleep Foundation, una mujer adulta, de 26 a 64 años, debe dormir un promedio de 6 a 10 horas. Para saber cuántas horas debes dormir según tu edad, la institución creó un cuadro comparativo para mostrar los hábitos de sueño que debe tener la gente.
La National Sleep Foundation publicó un cuadro de cuántas horas deben dormir las personas:
- - Un bebé de entre 4 a 11 meses, debe dormir de 16 a 18 horas
- - Un niño de 6 años a 13 años de edad, se recomienda que duerman de 10 a 14 horas
- - Una adolescente de entre 14 años a 17 años, debe dormir de 8 a 10 horas
- - Un joven de 18 a 25 años debería de descansar entre 10 a 11 horas
- - Un adulto de 26 a 64 años, de 7 a 9 horas
- - Finalmente un adulto mayor, de aproximadamente 65 años o más, debe descansar de 5 a 6 horas.
Sin embargo, las personas ven alteradas sus horas de sueño por distintos factores, algunas pueden ser emocionales como estrés, preocupaciones y depresión. Aunque el consumo de algunos alimentos como café y bebidas energéticas; además de el uso de dispositivos electrónicos pueden afectar los hábitos de descanso.
Algunas recomendaciones para conciliar el sueño y poder dormir son:
- - Disfrutar un rato de descanso antes de dormir
- - Dormir en una habitación oscura, fresca y libre de ruido.
- - Eliminar el cigarro ya que la nicotina estimula al organismo a mantenerse alerta
- - Aunque dormir la siesta es beneficioso para continuar con energía el resto del día, estos periodos de sueño no deben exceder los 20 minutos
Tener buenos hábitos de sueño ayudan a tener energía durante el día y ser productivo durante el horario laboral o escolar. La falta de sueño también se asocia a la irritabilidad y problemas de humor.