El Día de la Santa Cruz es, según historiadores, una de las fiestas más importantes para los católicos y aquellos que trabajan como albañiles.
Y es que, desde hace siglos, el 3 de mayo se celebra en el sector de la construcción como un homenaje a la “patrona” del albañil, la santa cruz.
Pero, ¿sabes por qué se celebra al albañil el 3 de mayo? Aquí te contamos qué hay detrás del Día de la Santa Cruz como festividad mexicana.
El Día de la Santa Cruz fue adoptado por los albañiles por esta razón
El Día de la Santa Cruz es una de las fiestas más celebradas en la religión católica; donde, además, los albañiles conmemoran su oficio.
Cada 3 de mayo, los albañiles acostumbran colocar una cruz, adornada con telas y flores, en la parte más alta de la construcción en la que trabajan.
Esto, como resultado del sincretismo entre la fe católica y la cultura prehispánica.
En México, el Día de la Santa Cruz se relaciona con la Conquista de nuestro territorio, cuando los primeros evangelizadores llegaron bajo el mando de Hernán Cortés.
En el año 1523, Fray Pedro Gante comenzó a impulsar el festejo del 3 de mayo entre las comunidades indígenas de la Nueva España.
Con el paso de los años y cambios de vida, el Día de la Santa Cruz se adoptó como una fiesta por los albañiles para honrar a la “patrona” que cuida de la obra.
Ya que, se cree, en caso de que el dueño de la construcción no festeje a los albañiles el 3 de mayo, esta está condenada a derrumbarse.
De acuerdo con Ricardo Tena Núñez, investigador del IPN, los albañiles oran por tener trabajo, qué comer y no sufrir accidentes en el Día de la Santa Cruz.
En México, el 3 de mayo Día de la Santa Cruz suele haber comidas y música dedicada a los albañiles de las construcciones.
Origen de la celebración del Día de la Santa Cruz
Los orígenes de la celebración del Día de la Santa Cruz se remontan al 326 d.C.
Según relatos históricos, Elena, la madre de Constantino, fue en busca de la cruz donde murió Cristo.
Durante su expedición, ella encontró 3 cruces en el Monte del Gólgota.
Para saber cuál era la que pertenecía a Cristo, Elena mandó a que una mujer enferma tocara cada uno de los crucifijos.
El toque de las primeras dos cruces no le causó ningún tipo sensación. Sería la tercera, la que milagrosamente curaría las dolencias de la mujer.
Fue justo el 3 de mayo cuando se dio este hallazgo, por lo que esa fecha quedó fijada en las celebraciones católicas como el Día de la Santa Cruz.