Puede que el concepto no te suene conocido; pero el divorcio gris es una tendencia que ha aumentado en las parejas de toda la vida, esas que llevan 30 o más años juntas.
Se trata de un fenómeno que si bien tiene su origen en países de primer mundo como Estados Unidos, ha tenido repercusión a nivel global, lo cual indica una crisis en los matrimonios de mayor edad.
De hecho, el divorcio gris se ha visto como algo “inaudito”, pues no se tienen registros de que esto haya pasado en épocas anteriores al Siglo XXI.
A continuación te diremos lo qué es el divorcio gris y por qué se está dando esto en todo el mundo.
¿Qué es el divorcio gris?
El divorcio gris es un término acuñado en 2004 por la Asociación Estadounidense de Personas Jubiladas, y se refiere a la alza de separaciones entre personas mayores de 50 años que ha sucedido desde 1999.
De acuerdo con un estudio de Susan L. Brown para The Journals of Gerontology, la tasa de divorcios entre adultos mayores se elevó entre 1999 y 2010, al grado de que 1 de cada 4 casos involucra a una pareja mayor.
Se refiere a él como “divorcio gris”, debido a que las personas implicadas son personas con canas, es decir, con el pelo gris y que ya no están del todo en su plenitud física.
Con esto se desafía la lógica imperante hasta ese momento, donde las parejas con más años casadas (o en una relación), eran más fuertes y buscaban estar juntas para pasar sus últimos años acompañadas.
Pues así como se ha dado un boom del divorcio gris, las separaciones entre parejas jóvenes se han reducido considerablemente en los últimos 20 años.
¿Por qué se da el divorcio gris?
De acuerdo con varios estudios, la tendencia global del divorcio gris se debe a un cambio de paradigma en el pensamiento general de lo que debe de ser una relación y la realización.
En épocas anteriores al año 2000, se veía al matrimonio y la familia estable como el punto máximo para la vida de las personas; sin embargo, en el siglo XXI, la realización personal ha cobrado bastante importancia también.
Muchas personas ya no ven a la formación de la familia como la meta final de su vida, buscando ahora logros personales; cuando los hijos hacen su vida, el padre o la madre buscará enfocarse en su persona.
La independencia económica y emocional también es factor en el divorcio gris; las mujeres ya no necesitan que su pareja las mantenga toda la vida, además de que ya no se ve al matrimonio como el punto máximo de la “felicidad”.
Finalmente, el hecho de convivir mucho tiempo con una misma persona hace que las cosas se vuelvan rutinarias, pues tras 50 o más años juntos, la novedad se agota y el desinterés se hace presente.
Así, las crisis que en la juventud se habría superado, al pasar de los años se recrudecen llegando a un punto irreconciliable; lo cual deriva en el mencionado divorcio gris.
¿Hay una solución para el divorcio gris?
En realidad no hay una fórmula mágica para arreglar el divorcio gris, más allá de las que ya se han establecido para lidiar con una separación a cualquier edad.
Esto es, la terapia de pareja, el ser honestos con los sentimientos y hablar las cosas a su debido tiempo para evitar problemas a futuro.
Fuera de esto, investigadores y terapeutas no ven otra salida para el divorcio gris, sobretodo porque las parejas mayores de 50 años, pocas veces están dispuestas a dar marcha atrás con la separación.
Si las parejas jóvenes actuales no forjan relaciones sanas y duraderas, es posible que el divorcio gris aumente en las próximas décadas.
Con información de Asociación Estadounidense de Personas Jubiladas y The Journals of Gerontology.