La preocupación del confinamiento no solo radica en los enfermos de Covid-19, la salud mental, la buena alimentación y la falta de ejercicio también han sido motivos de atención.
Desde que inició la pandemia del Covid-19, la población mexicana ha aumentado 8.5 kg de peso corporal debido al confinamiento.
Antes del confinamiento, en México ya se luchaba contra la obesidad en su población
Esto ha posicionado a México como el país con el mayor aumento de peso en su población debido a los malos hábitos de alimentación y actividad física.
Antes del confinamiento, en México ya se luchaba contra la obesidad en sus habitantes, pero ahora, debido a la falta de movilidad y una dieta mal balanceada, esta problemática ha aumentado.
Diversos estudios científicos han señalado que la obesidad tiene diversos factores que van más allá de las calorías ingeridas y los hábitos alimenticios.
La falta de ejercicio físico y entornos sociales adecuados evitan que la población pueda tener un balance energético adecuado para combatir la obesidad.
El balance energético significa que una persona pueda encontrar el equilibrio entre el alimento que consume y la energía que se gasta por medio de la actividad física.
Es decir, entre mayor es el ejercicio, mayor es el requerimiento energético, en consecuencia, entre menor es el movimiento debe ser menor el alimento requerido.
Un buen balance energético también permite evitar enfermar de gravedad de Covid-19
Sin embargo, si se excede la cantidad de energía consumida, se rompe el balance y existe una acumulación de energía en forma de grasa y eso lleva a la obesidad.
Para evitar el aumento de casos de obesidad, en varios países del mundo se han buscado herramientas para dar prioridad al ejercicio en la población.
Cabe señalar que mantener una buena salud física disminuye los riesgos de sufrir una enfermedad grave de Covid-19.
Así sucedió en China, donde 8 de cada 10 personas pensaron que realizar actividad física les ayudaría a evitar el riesgo de tener síntomas graves de Covid-19.
Cabe mencionar que los requerimientos energéticos varían en cada persona por lo que se debe tener un balance energético y un peso corporal específico para cada caso.
Para tener un balance energético adecuado se debe considerar el funcionamiento de cada organismo, la edad, el sexo y actividad física de cada persona.
Además, se debe tener en cuenta ciertas condiciones como embarazo, lactancia, enfermedades y objetivos a desarrollar.
Cuando no se tiene el balance energético adecuado surgen alteraciones en el estado nutricional que afectan el peso corporal y la propensión a enfermedades crónicas.
Un buen balance energético también puede evitar padecer enfermedades crónicas
Para mantener un adecuado balance energético se debe mantener una dieta correcta basada en una variedad de alimentos que permitan mantener una grasa corporal y masa muscular en óptimas condiciones.
Entre más colores, sabores, texturas, variedades y preparaciones se incluyan en la alimentación, es más fácil cubrir los requerimientos energéticos.
Finalmente, cabe recordar que una dieta variada y correcta en conjunto con una actividad física regular permite mantener una buena salud y prevenir el riesgo de padecer enfermedades crónicas.