El Batallón de San Patricio: Cuando los mexicanos se olvidaron de la xenofobia y lucharon hombro a hombro con europeos contra la invasión de Estados Unidos a México.
La celebración del Batallón de San Patricio tiene dos fechas; una, el 17 de marzo y Día de San Patricio -santo patrono de Irlanda- y otra, el 12 de septiembre, cuando mexicanos y europeos pelearon juntos en la Gesta heroica.
Las fiestas en honor al Batallón de San Patricio tienen un legado que cuenta cómo irlandeses y alemanes se sumaron al ejército mexicano para combatir a los estadounidenses que invadieron nuestro país entre 1846 y 1848.
¿Por qué celebramos al Batallón de San Patricio?
Durante la invasión de Estados Unidos a México (1846-1848), un grupo de soldados europeos cambiaron de bando para formar el Batallón de San Patricio.
El Batallón de San Patricio inició con 48 irlandeses y 13 alemanes que habían migrado de Irlanda y Alemania, y habían sido forzados a pelear con el ejército estadounidense.
Sin embargo, al llegar a México y notar que la guerra no estaba justificada, pues mas bien era un abuso de Estados Unidos que parecía lo mismo que los ingleses habían hecho en Irlanda, desertaron y formaron el Batallón de San Patricio.
El Batallón de San Patricio llegó a contar con más de 800 hombres de diferentes nacionalidades.
El Batallón de San Patricio tenía además otras motivaciones:
- Los irlandeses eran católicos y México, a diferencia de Estados Unidos, también
- En venganza al maltrato dentro del mismo ejército estadounidense
Así, el Batallón de San Patricio, liderado por John Riley, un militar irlandés con simpatía entre los mexicanos, peleó por primera vez el 21 de septiembre de 1846 en la Batalla de Monterrey.
Lo hicieron portando una bandera verde con la leyenda “Erin Go Bragh” (“Irlanda por siempre”). Posteriormente, en 1847 Antonio López de Santa Anna reconoce al Batallón de San Patricio como Batallón de Infantería.
El Batallón de San Patricio participó en varios combates hasta llegar a la Batalla de Churubusco el 20 de agosto de 1847, sin poder ganar la guerra.
¿Qué pasó con los soldados del Batallón de San Francisco
Tanto la Batalla de Monterrey como la guerra no fueron ganadas por el ejército mexicano, aún con el apoyo del Batallón de San Francisco, por los intereses de Antonio López de Santa Anna.
Tras finalizar la guerra, soldados del Batallón de San Francisco fueron aprehendidos y muchos ahorcados en Tacubaya y en el Jardín de San Jacinto, CDMX, el 13 de septiembre de 1847.
John Riley, líder del Batallón de San Francisco, fue torturado y finalmente condenado a trabajo forzoso. Un año después lo liberaron, pero murió en 1850.
Para conmemorar los actos heroicos del Batallón de San Francisco, el gobierno de México colocó una placa en la plaza de San Jacinto, uniéndose a las celebraciones en su honor.