Un grupo de científicos canadienses encontraron una fórmula para crear el “chocolate perfecto” de una manera más sencilla.
Aparentemente, para hacer que el chocolate sea perfecto debe ser suave, cremoso y que se derrita en la boca y no en las manos, es simplificando su proceso tradicional.
Es decir que el proceso del chocolate al momento de templarlo -calentarlo y enfriarlo rápidamente-, es lo que podría hacerlo perfecto.
De acuerdo a los investigadores de la Universidad Guelph, aseguraron que el secreto para el chocolate perfecto es añadir un componente clave de la grasa de la manteca de cacao.
Esto justo cuando el chocolate se encuentra fundido para mantenerlo unido y darle una estructura “ideal, sencilla y económica”, tal y como citan en la revista Nature.
Para crear el chocolate perfecto, todo está en la manteca de cacao
De acuerdo al estudio, las características de producción del chocolate perfecto dependen completamente de la estructura cristalina de la manteca de cacao.
Sin embargo, un chocolate con buena textura, brilloso que se resquebraje perfectamente no es fácil, por lo que es necesario el templado.
Este proceso requiere mucho tiempo al fundir y enfriar rápidamente el chocolate en repetidas ocasiones.
Esto para conseguir los cristales de ácidos grasos de la manteca de cacao y que adquieran una forma estable y logren un chocolate perfecto.
“Si alguna vez ha comido un chocolate en mal estado, lo reconocerá en seguida. Es desmenuzable, granuloso y blando, es un chocolate que no se ha atemperado correctamente”
Alejandro Marangoni, autor del estudio
Ingrediente clave del chocolate perfecto es el fosfolípido saturado
El ingrediente clave para crear el chocolate perfecto es el fosfolípido saturado.
Usualmente se utilizan equipos especializados llamados ‘unidades de temperados’ pero no son infalibles y suelen encontrar grandes variabilidades en la manteca de cacao.
En ese sentido, el equipo de científicos simplificó el trabajo al encontrar un ingrediente que ayuda a formar la estructura en la manteca de cacao y crear así el chocolate perfecto.
El ingrediente en cuestión fue el fosfolípido saturado, una molécula que provoca la formación de cristales adecuados en la manteca de cacao.
Al añadirlo al chocolate fundido, se acelera el proceso de cristalización sin necesidad de atemperarlo haciéndolo perfecto.
Esto dio como resultado un chocolate perfecto, con la microestructura óptima, con el brillo y la resistencia ideales en la superficie.
“Es emocionante que se pueda añadir un fosfolípido, un componente natural ya presente en la manteca de cacao para conseguir el templado necesario”
Alejandro Marangoni, autor del estudio
Con información de EFE y DW.