Por mucho tiempo se ha asegurado que, durante la prehistoria los hombres cazaban y las mujeres recolectaban pero, el descubrimiento de una mujer enterrada de hace 9 mil años con equipo de caza podría replantear los roles de género en la sociedad prehistórica.

De acuerdo a la revista Science Avances, el descubrimiento de este entierro de la mujer cazadora se dio en la cordillera de los Andes, Perú en un lugar llamado Wilamaya Patjxa y, según los expertos tenía entre 17 y 19 años y se determinó su sexo tras pruebas de proteínas y esmalte dental.

Las herramientas en su entierro sugieren que era una mujer de caza mayor

Su entierro estaba lleno de armas como lanzas, puntas de proyectiles de piedra, cuchillo y escamas de roca que sugieren cazaba animales de gran tamaño.

Todas esas armas eran para derribar animales grandes y extraer sus órganos internos; también se hallaron herramientas para curtir y raspar las pieles de sus cazas, lo cual sugiere era una mujer de caza mayor.

Esta conclusión fue hecha por Randy Haas, arqueólogo de la Universidad de California campus Davis, y un grupo de colegas que analizaron a detalle su participación en la caza de ciervos y vicuñas, parte importante de su dieta.

Este hallazgo de la mujer cazadora si bien es inusual, demuestra una división del trabajo en el territorio de las Américas, algo parecido a una participación igualitaria de ambos sexos en la caza, es decir que las primeras mujeres de América eran cazadoras de caza mayor.

Además, de acuerdo a los arqueólogos, los objetos que se encuentran en los entierros o en su muerte, suelen ser los que utilizaron más en vida; pese a esta aseveración, existen algunos científicos que han rechazado esta posibilidad aún cuando se descubrieron herramientas de caza en entierros de mujeres.

Pero este lugar de entierro en los Andes, Perú fue particularmente convincente para dar pie a la teoría de las mujeres cazadoras

"Las prácticas laborales entre las recientes sociedades de cazadores-recolectores tienen un alto grado relación con el género, lo que podría llevar a algunos a creer que las desigualdades sexistas en cosas como el salario o el rango son de alguna manera ‘naturales'"

Randy Haas