El rumor de que la NASA dejó de investigar los océanos se ha extendido durante varios años y ahora ha llegado a las redes sociales, pero ¿será verdad?
Pese a que la NASA ha estado investigando rincones del espacio como Marte o incluso el lado oscuro de la Luna, poco se sabe de los océanos.
Y es que como apunta el doctor Gene Carl Feldman, oceanógrafo del Goddard Space Flight Center de la NASA, asegura que no se ha explorado como tal los océanos por cuestiones de física.
Pues en las grandes profundidades del océano hay poca iluminación, las temperaturas son extremadamente frías y hay mucha presión, siendo “más fácil” investigar el espacio que el fondo del océano.
Según los datos que se han revelado, la presión del aire que empuja el cuerpo al nivel del mar, son alrededor de 100 mil Newtons por kilómetro cuadrado; en el espacio es cero.
“En una inmersión en el fondo de la Fosa de las Marianas, que tiene casi 11 kilómetros de profundidad, se está hablando de más de 1000 veces más presión que en la superficie. Esto equivale al peso de 50 jets jumbo presionando su cuerpo”
Doctor Gene Carl Feldman, oceanógrafo
Esta es la teoría que circula en redes que revelaría el porqué la NASA no estudia el océano
Desde hace varios años se han desarrollado miles de teorías del porqué la NASA no estudia los océanos y se enfoca más en el espacio.
Si bien las razones que dan son por cuestiones físicas relacionadas a la presión del océano, hay quienes aseguran que hay teorías más escalofriantes del porqué la NASA se niega a investigar.
De acuerdo a esta teoría que ya circula en redes sociales, aparentemente durante las primeras investigaciones en el océano por parte de la NASA, habrían descubierto algo que podría poner en peligro a la humanidad.
Por lo que la NASA cambió el objeto de estudio por el espacio; aunque se sabe que sí se investiga el comportamiento de los océanos y los efectos en el clima.
Pero de momento, las teorías del porqué la NASA no estudia el océano -aparentemente-, quedarían nada más en rumores y teorías conspirativas.