El texteo excesivo mediante dispositivos móviles como el teléfono celular es algo cada vez más común, que puede convertirse en un importante problema de salud, al ocasionar la deformación de los dedos.
De acuerdo con un reportaje del noticiero En Punto, de Televisa, las deformaciones por textear se manifiestan inicialmente con hormigueo, inflamación y dolor. Esta situación evoluciona hasta causar debilidad muscular y rigidez.
"Estuve a punto, a punto de perder la movilidad. La deformación empezó aquí (señala palma de la mano), el dolor, todo completo y el engarrotamiento desde acá”.
Estela Loranca, testimonio
María Isabel Jaimes, jefe de terapias de la Unidad de medicina física y rehabilitación del IMSS, explicó que el texteo excesivo afecta principalmente tres estructuras de las manos:
“Lo que son los tendones, las poleas, y los nervios periféricos, que pueden derivar en daños irreversibles], ya que es tejido conectivo y el tejido tiene su memoria.
María Isabel Jaimes, doctora del IMSS
La especialista destacó que esto se agrava cuando la persona tiene un estilo de vida sedentario, no atiende sus dolencias o retoma sus malos hábitos de texteo.
"Si el paciente, asociado a que no se ejercita, no tiene higiene postural, no tiene sus manejos de sensibilidad […], puede volver a presentar la patología, extenderla, o agravarla".
Estela aguantó el dolor durante cuatro años, pensando que se debía a alguna enfermedad como la artritis, sin imaginar que en realidad ella misma lo provocaba.
"En su momento pensé eso, que era una artritis o algo así, pero no. Fueron diferentes síntomas: dedo en gatillo y mal del carpio".
Estela Loranca, testimonio
El daño que presentaban las manos de Estela era tal que fue necesario realizarle dos operaciones.
"Me operaron las dos [manos] por lo mismo. Son diferentes síndromes, pero se provocan por lo mismo, uso excesivo de la computadora, de los celulares".
María Isabel Jaimes precisa que esta condición es cada vez más común entre personas jóvenes.
"Sí, se ha visto el incremento, y digo prácticamente en nivel poblacional más como de los 25 a los 35 años. No sólo es una postura corporal inequívoca, sino que también lo hacen por tiempo prolongado, con repeticiones exageradas y a velocidades altas".
María Isabel Jaimes, doctora del IMSS
Por su falta de límites voluntarios, ahora el daño a sus manos le ha impuesto restricciones a Estela cuando textea.
"Me prohibieron el uso del celular con estos dedos porque […] se hace un vicio eso de textear, es un vicio de estar contestando y desgraciadamente es casi todo el día. Si nos ponemos a pensar, hasta en la madrugada estamos texteando”.
Estela Loranca, testimonio
{username} (@DeniseMaerker) October 9, 2019