¿Cuántas veces has escuchado el “Te lo dije” o la has aplicado? Cuando uno escucha esta frase es porque sabe que la regó en algo de lo que ya le habían advertido.
Criticarla es algo tan ambiguo. Es más, a veces quien te la dice no te había advertido expresamente sobre cierta situación, pero se las dan de “muy muy” cuando te la aplican.
El hecho de escuchar un “Te lo dije” sienta fatal a quien lo escucha… Y con mucha razón. Su única función es la de recalcar que has metido la pata, y que su criterio está sobre el tuyo. Por lo que o nos queda de otra más que agachar la cabeza y aceptar el fracaso / error de la situación.
Se puede entender que el “Te lo dije” venga de boca de alguien extraño o conocido, pero no de una persona que tiene una relación cercana contigo. Porque, ¿qué se gana con ponerle el pie encima a alguien que quieres?
¿Parecer más inteligente? ¿Ser admirado? ¿Ganar puntos? ¿A costa de qué? ¿De deteriorar la relación?
Hay algo muy claro: las relaciones no se fortalecen de esta manera. Al contrario, generan cierta inseguridad en la comunicación con este tipo de gestos.
Otro dato a destacar de esta frase tan chocante, es el hecho de que pone acento en el pasado, algo que ya no puedes cambiar… Y de ser así, ¿Qué puedes hacer?
Tal vez la frase es un tanto inútil, por no decir demasiado. Es el intento de ser una llamada de atención, más que ser una frase para hacer sentir mal a la gente, pero no todos la tomamos con esa filosofía.
¿Crees que el “Te lo dije” sirve para algo?