El Día Internacional de la Mujer Trabajadora conmemora la lucha de la mujer por su participación en la sociedad y su desarrollo íntegro como persona, al igual que el hombre.
Este día busca también sensibilizar a las instituciones para crear políticas públicas que erradiquen la flagrante desigualdad laboral y monetaria que persiste entre hombre y mujeres en nuestros días.
Pero esta celebración, como muchas otras, ha perdido con el paso de los años su carácter reivindicativo hasta el punto de que la celebración es una versión rosa del Día de la Madre: Felicitaciones insulsas, flores rojas o rosas y tarjetas para celebrar.
En algunos casos la “celebración” cae justamente en el lado opuesto a su carácter libertario y repite micromachismos (actitudes machistas presentes en la vida cotidiana que pasan desapercibidas) o reniega de la existencia del hombre, como la imagen que acompaña a esta nota.
1. Estereotipos toda la vida
“Ser mujer es ser princesa a los 15, bella a los 25, pasional a los 35, inolvidable a los 45, dama a los 60, especial a los 75 y hermosa toda la vida”.
2. Celebrando la bipolaridad
“Ser mujer es llorar callada los dolores de la vida y sonreír en apenas un segundo”.
3. La mujer nació para ser madre
“Ser mujer es ser elegida para traer vida al mundo”.
4. La costilla del hombre
“La mujer salió de la costilla del hombre, no de los pies para ser pisoteada; ni de la cabeza para ser superior; sino del lado, para ser igual; debajo del brazo para ser protegida; y al lado del corazón, para ser amada”.
El uso de estas frases es real, tristemente. Fueron emitidas por una asociación de “mujeres progresistas” en la España gobernada por el Partido Popular. Por supuesto que ya ameritó reacciones por el paternalismo y cursilería machista exhibidas.
“Lo de llorar callada da hasta miedo ¿significa eso que una mujer debe aguantar en silencio la violencia de género?”, cuestionó una diputada socialista.