Un estudio elaborado por la Sociedad Max Planck para la Promoción de la Ciencia, sugiere que algunos espermatozoides "envenenan" a sus competidores para ganarles la carrera, ya que además producen un antídoto que los protege.
"Los espermatozoides con el haplotipo T consiguen inhabilitar los espermatozoides que no lo tienen", explica el genetista alemán Bernhard Herrmann, quien dirigió el estudio y además describe a estos espermas como unos "competidores despiadados".
Espermatozoides haplotipo T están protegidos
El estudio sobre la motilidad de los espermatozoides fue llevado a cabo en un grupo de ratones, en donde se identificó que los espermatozoides haplotipo T (fragmentos cromosómicos) progresan más rápido en su camino hacia el óvulo, y que aunado a esto cuentan con un antídoto que los protege y que les permite triunfar.
"La competitividad de los espermatozoides individuales parece depender de un nivel óptimo de RAC1 activo"
Alexandra Amaral, coautora del estudio.
La investigación, publicada en la revista PLOS One el pasado 4 de febrero, se enfoca en una molécula concreta (RAC1) que sirve como interruptor en la transmisión al interior de la célula de las señales que llegan del exterior para activar otras proteínas.
Una de las funciones de esta molécula tiene que ver con esta capacidad de 'olfatear' el camino hacia el óvulo. Tanto la actividad baja como excesiva de esta molécula interfiere con el movimiento efectivo hacia adelante.
Los científicos encontraron un compuesto que inhibe el funcionamiento de RAC1 y, al añadirla a una muestra de semen de ratón que contenía una población mixta de espermatozoides, comprobaron que se desvaneció la ventaja de aquellos que tenían el haplotipo T, mientras que los espermatozoides sin esa condición, pudieron desplazarse más rápido hacia el óvulo.