Aunque la Luna es uno de los cuerpos celestes más cercanos a la Tierra, los humanos aún saben muy poco sobre ella.
Uno de los grandes misterios de la Luna es lo que hay en su interior, pero un grupo de investigadores parece haber dado con la respuesta.
Según el estudio de prestigiosos institutos y universidades francesas, el núcleo interno de la Luna es sólido, lo que evidencia que al igual que la Tierra, el satélite natural ha experimentado diversos procesos de enfriamiento y solidificación.
“Inversión del manto lunar”, el fenómeno que explica el origen del núcleo de la Luna
Según explican los científicos a cargo del estudio, este descubrimiento implicaría que la Luna pudo haber tenido un campo magnético en el pasado, como sucede con la Tierra.
¿Qué tiene eso de relevante? En la Tierra, el campo magnético, que se genera gracias al movimiento de núcleos sólidos y líquidos en su interior, es fundamental para el desarrollo de la vida y la generación de auroras boreales.
El estudio sugiere que el movimiento convectivo dentro de la Luna se produjo debido a la solidificación del núcleo interno y su interacción con un núcleo externo líquido.
Además, el estudio presume que en la Luna se ha llevado a cabo un fenómeno conocido como “inversión del manto lunar”.
Esto implica que los materiales densos de la superficie lunar descendieron hasta alcanzar el núcleo de la Luna, mientras que los materiales menos densos ascendieron a la superficie.
Los científicos consideran que este fenómeno explicaría por qué la superficie lunar es rica en elementos ferrosos.
Descubrimientos sobre la Luna ayudarían a conocer más sobre el campo magnético de la Tierra
Para los científicos, el proceso que dio lugar a la inversión del manto lunar es asombroso, ya que implica un ciclo dinámico y complejo que habría tomado millones de años.
Los investigadores consideran que el fenómeno es comparable a una fruta que expulsa sus semillas desde su interior, debido a la inestabilidad gravitacional de la Luna, que habría provocado esta inversión del manto, alterando también la temperatura del satélite.
Este descubrimiento también permite conocer nuevas cosas sobre la Tierra y el sistema solar.
Por ejemplo, señalaron los científicos, permite desarrollar hipótesis sobre las condiciones necesarias para que un planeta similar a la Tierra pueda generar un campo magnético, esencial para la vida.